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Llegó el momento de determinar cuáles inversiones en acciones realmente están a salvo de la inflación

La mayoría de las empresas que venden productos de consumo masivo presumen de su capacidad de traspasar los mayores costos a precio final, pero eso no siempre es verdad.

Por: Financial Times, traducido por Renato García J. | Publicado: Miércoles 10 de noviembre de 2021 a las 13:29 hrs.
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Simon Edelsten*

Cuando era un niño en los años ‘60 y ‘70, recuerdo a mi madre siempre preocupada de estirar los ingresos familiares para hacer frente a la inflación. Tenía un conocimiento casi enciclopédico de los precios de los supermercados, acumulado en años de economizar.

El peor momento fue en 1975, cuando la inflación alcanzó un máximo de 24,2%. Durante gran parte de los últimos 25 años, se ha mantenido en torno a 2%. Para muchos de los que hoy sufren alzas de dos dígitos en sus cuentas de la energía y la gasolina, este nuevo período de inflación puede ser un shock.

Los factores que la impulsan han evolucionado en los últimos seis meses. Durante el segundo trimestre, la base de comparación de los precios coincidió con el peor momento de las cuarentenas. No es sorprendente que los precios de los autos usados fueran mucho mayores porque el valor de los vehículos cayó durante el período de cierres.

Más recientemente, las subidas de precios parecen ser resultado de la escasez, a medida que las empresas tienen dificultades por seguir el ritmo de la recuperación, con bloqueos de puertos y escasez de camioneros en todo el mundo. Sin duda, algunos de estos cuellos de botella comenzarán a desaparecer, pero es probable que otros persistan.

El otro gran factor es la inflación salarial. La mayoría de nosotros hemos estado satisfechos con solo mantener nuestros empleos durante los últimos dos años, por lo que ha habido poca presión salarial. Pero ahora es el momento de ponerse al día.

A esto se suma el hecho de que el Covid-19 ha llevado a muchos a repensar si realmente necesitan esos empleos mal remunerados, y muchos grandes empleadores han tenido que aumentar significativamente los salarios para atraer y retener a sus trabajadores. La inflación, ya sea de salarios, combustibles o materias primas, reduce los márgenes de las empresas, especialmente si no va acompañada de crecimiento económico.

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Acciones anti inflacionarias

¿Cómo debería afectar esto las decisiones de inversiones en acciones? Algunos sectores, como el de hoteles y entretenimiento, están disfrutando de una recuperación, pero los crecientes costos laborales y energéticos están reduciendo los márgenes de ganancias. Los precios de las acciones de muchas empresas de estos sectores se han estabilizado.

La reputación de otros sectores para hacer frente a la inflación puede resultar exagerada. Los fabricantes de bienes de consumo populares, por ejemplo, tienden a decir que sus marcas pueden trasladar los mayores costos a precios. La evidencia sugiere que no siempre es así.

Tomemos como ejemplo a Beiersdorf, que fabrica los cosméticos Nivea. Los analistas esperan que su margen operativo (ventas menos costo de fabricación y venta de productos) caiga de 15% en 2019 a cerca de 12,8% este año, según Bloomberg. Una pequeña baja en los márgenes operativos puede tener un gran impacto en lo que queda para los accionistas después de deducir intereses e impuestos. El margen de beneficio neto de Beiersdorf está cayendo de 10% a aproximadamente 9% de las ventas.

Esto explica en parte por qué las acciones han tenido un rendimiento 25% menor al índice de renta variable mundial durante el último año. Unilever, que fabrica el jabón Dove, los helados Häagen-Dazs y muchas otras conocidas marcas de consumo, se encuentra en una posición similar.

Por el contrario, L'Oréal, una de nuestras inversiones favoritas, parece capaz de traspasar mayores costos ya que sus clientes están dispuestos a pagar un poco más por sus perfumes y cosméticos favoritos. Los márgenes de ingresos netos se mantienen estables en 15,5% y las acciones han superado al índice durante el último año a pesar de las preocupaciones sobre la caída en la demanda de los consumidores asiáticos.

La larga lista de empresas que afirman tener "poder de fijación de precios" no es real. Es hora de cuestionar los números, examinar los costos de cerca y quizás pensar de manera más creativa.

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Tren al salvaje oeste

Mientras mi madre se preocupaba por pagar la creciente cuenta de las compras, yo estaba felizmente distraído viendo la serie del oeste, Casey Jones, en la televisión. Casey era el conductor del ferrocarril Cannonball Express, un trabajo inusualmente estresante. Era tomado rehén por ladrones de correo, debía frustrar robos de lingotes de oro y defenderse de los apaches. Aunque no recuerdo que haya pedido un aumento de sueldo.

Los ferrocarriles de EEUU todavía hoy cautivan mi atención. Su principal negocio en este país es transportar mercancías, no personas. Estados Unidos tiene alrededor de 700 empresas, pero la mayoría son pequeñas. Tenemos participaciones en dos de las mayores, Norfolk Southern y Union Pacific, cada una de las cuales abarca más de 20 estados, cubre más de 30 mil millas de vías férreas y se está beneficiando de la recuperación económica.

Union Pacific anunció sus resultados del tercer trimestre el mes pasado y reportó ingresos operativos de US$ 5.600 millones, un alza de 13%. Esos son ingresos antes de costos. El aumento de los costos del combustible resultó un lastre, pero la compañía igual logró un incremento de 20% en los ingresos operativos (ganancias después de costos). Este es un ejemplo de una empresa que está logrando traspasar los crecientes costos.

También está encontrando formas de reducir sus costos. Los mejores ferrocarriles estadounidenses han invertido fuertemente en tecnología en los últimos años. Hoy en día, la programación de precisión de alta tecnología permite que los ferrocarriles funcionen con trenes más largos y pesados, y que lo hagan de manera más segura. Union Pacific dice que en el último año aumentó su longitud promedio máxima de tren en 4% a 9.359 pies. ¡Así es! El equivalente a 1,77 millas.

Los trenes más largos están ayudando a reducir la huella de carbono de la industria. Casi la mitad de toda la carga de larga distancia en EEUU se transporta por ferrocarril, pero produce menos de una décima parte de las emisiones de carbono de la carga. Union Pacific y Norfolk Southern dicen que mueven una tonelada de carga 444 millas con un solo galón de diésel.

La industria continúa invirtiendo para mejorar su sostenibilidad. Ayudando al medio ambiente y protegiendo a los inversionistas de la inflación. Estoy seguro de que a Casey Jones le encantaría saberlo.

* Simon Edelsten es codirector de Mid Wynd International Investment Trust y Artemis Global Select Fund.

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