FT Español

Luigi Di Maio, el joven líder del Movimiento Cinco Estrellas de Italia

Después de una sorprendente victoria en las elecciones, el empobrecido sur italiano tiene por fin a su propio campeón.

Por: James Politi, Roma | Publicado: Lunes 12 de marzo de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Poco antes de que el Movimiento Cinco Estrellas (anti-establishment) respaldara a Luigi Di Maio para ser su candidato a primer ministro italiano, el hombre de 31 años visitó la catedral de Nápoles para un rito de iniciación. Presenció allí, por primera vez, el "milagro de San Genaro", en el que la sangre seca del santo patrón de la ciudad se licua y se exhibe a los fieles.

El presagio para Nápoles fue bueno ese día, ya que la sangre se había derretido inusualmente rápido, obteniendo un gran aplauso. También fue un presagio alentador para Di Maio, quien besó el receptáculo sagrado, como lo han hecho otros políticos tradicionales antes que él. "Sentí una fuerte emoción", dijo a la prensa. "Este es un gran momento para nuestra religión y nuestra fe", explicó.

El 4 de marzo, Di Maio realizó su propio milagro político, llevando a Cinco Estrellas a grandes avances en las elecciones generales de Italia y reviviendo el espectro del populismo en la Unión Europea. El partido, fundado en 2009 en Internet como un movimiento de protesta por parte del comediante Beppe Grillo, ganó un 32% de los votos, más que cualquier partido en el país. Los jóvenes y pobres del sur de Italia respaldaron a Di Maio ante sus promesas de detener la corrupción, poner fin a las políticas de austeridad de la UE y ofrecer apoyo económico para los oprimidos. Todavía tienen una lucha cuesta arriba para tener su primer ministro, pues el partido no alcanzó la mayoría parlamentaria.

Comienzo inusual
El ascenso de Di Maio a la cima política italiana fue rápido. Nacido en 1986 en una familia conservadora y católica de clase media, creció en Pomigliano D'Arco, una ciudad industrial en los suburbios de Nápoles, conocida por sus plantas aeroespaciales y fábricas de automóviles. Su madre era profesora de latín e italiano, mientras su padre, propietario de una pequeña empresa, militaba en el movimiento social italiano, descendiente de posguerra del partido fascista, hecho que los críticos han aprovechado para atribuir un sesgo de derecha a Di Maio.

En la escuela, tenía buenas calificaciones y una pasión por la informática y el activismo estudiantil. Nunca se adaptó a la universidad, pasando de ingeniería a leyes, para luego abandonar. También trabajó en marketing digital para administrar el estadio de fútbol San Paolo, sede del SSC Napoli.

Di Maio entró en la órbita de Cinco Estrellas desde el principio, cuando el lema era " Vaffanculo " o "Jod***se", para el establishment. Peppino Gambardella, párroco de Pomigliano, dice que lucharon juntos para detener la privatización de los suministros de agua y proteger a los pequeños minoristas. "Se convirtió en un campeón de los derechos de las personas", dijo el sacerdote.

Cinco Estrellas
En 2010, Di Maio se postuló sin éxito para concejal de la ciudad, ni su padre votó por él. Pero en 2013, ganó una primaria para convertirse en candidato parlamentario de Cinco Estrellas. Una vez electo, fue nombrado vicepresidente de la cámara baja. "En Pomigliano muchos lo ven como un hombre afortunado", dice Paolo Picone, su biógrafo. "Pero, como dice Séneca, la suerte sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad", apuntó.

En Cinco Estrellas vieron a Di Maio como el líder perfecto para pasar de ser una oposición rabiosa a un posible partido gobernante. Bien vestido, con traje y corbata, rara vez se involucra en las polémicas por las que se conocía al partido. "Nunca se sale de la línea, siempre está muy tranquilo", dijo Picone.

Su estilo contrasta con el otro ganador populista de la elección, Matteo Salvini, quien condujo a la Liga del Norte a grandes logros en Italia, como una estridente oposición a la inmigración y nacionalismo económico.

Di Maio, que ahora vive en el centro de Roma, ha tratado de orientar a Cinco Estrellas hacia posiciones más moderadas, particularmente sobre el euro. Se reúne regularmente con líderes empresariales y embajadores de la UE, e incluso voló a Londres para tranquilizar a los inversionistas.

Pero Cinco Estrellas sigue sin ser un partido ordinario: sigue siendo irreverente, inclinado al Kremlin en la política exterior y escépticoa las vacunas obligatorias. Di Maio los apartó durante las elecciones. Cuando el sentimiento antiinmigración estalló durante la primavera, atacó a organizaciones benéficas que rescataban a inmigrantes en el Mediterráneo, pero luego suavizó su retórica durante la campaña. Él es "un camaleón que se adapta a las circunstancias cambiantes", dice Massimiliano Panarari, de la Universidad de Luiss en Roma.

Di Maio ha cometido errores de alto perfil –notablemente dijo que el dictador chileno Augusto Pinochet era de Venezuela- y de vez en cuando usa incorrectamente el subjuntivo. Pero desafiarlo en gramática e historia huele a elitismo. Algunos sostienen que es el títere de Grillo.

"No es populista y no es moderado. En su mayoría, es un invento", dice Anna Ascani, del derrotado partido Demócrata de centroizquierda. "Fue elegido para hacer esto porque da menos miedo", aseguró.

Lo más leído