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Luis de Guindos será el nuevo vicepresidente del BCE y España recupera prestigio en Europa

A pesar de arrancar como favorito en la elección, no todos se alegraron de la designación del ministro español ya que no tiene experiencia como banquero central.

Por: J. Brunsden y M. Khan/A. Beesley Bruselas/dublín | Publicado: Martes 20 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Luis de Guindos se convertirá en vicepresidente del Banco Central Europeo, entregando a Madrid uno de los cargos más altos de la zona euro y dando por iniciada una reforma de los funcionarios senior en Frankfurt en los próximos 18 meses.

De Guindos, el ministro de Economía de España y un ex banquero de Lehman Brothers, era el único candidato en la carrera después de que Irlanda anunciara ayer el retiro de Philip Lane, el gobernador de su banco central, de la competencia.

La decisión, tomada durante una reunión de ministros de Finanzas en Bruselas, significa que el ministro español, que no tiene experiencia previa en política monetaria, reemplazará a Vitor Constâncio cuando termine el período de ocho años del portugués en mayo.

El nombramiento de De Guindos es el primero de las cuatro vacantes en la junta ejecutiva de seis miembros del banco central durante el próximo año y medio, incluidos los roles de presidente y economista jefe.

Los altos cargos del BCE generalmente se otorgan de acuerdo al lobby nacional y las consideraciones geográficas entre los 19 estados miembros de la zona del euro.

Al asegurar España el puesto de vicepresidente, aumenta la probabilidad de que un Estado miembro del norte de Europa obtenga la presidencia, que actualmente ocupa Mario Draghi y que se decidirá en octubre del próximo año. Jens Weidmann, presidente del banco central de Alemania, es uno de los candidatos que se rumorea que apunta al primer puesto.

España recupera estatus

De Guindos dijo el lunes que su nombramiento era una señal de cómo España había “recuperado mucho prestigio” en los círculos de la política monetaria desde la crisis financiera en 2012, cuando el país perdió su asiento en la junta ejecutiva del BCE.

“España puede contribuir mucho” a Europa, dijo, y agregó que la vicepresidencia es “un puesto importante”.

Cuando se le preguntó si estaba calificado para el puesto, De Guindos dijo que “tener una diversidad de perfiles en el directorio del BCE va a ser extremadamente relevante”.

Insistió en que su nombramiento no estaba relacionado con ningún acuerdo sobre quién puede asegurar la presidencia del BCE, diciendo que “no hay ninguna condicionalidad adjunta en absoluto”.

La decisión de Irlanda de no llevar el asunto a votación muestra la precaución de Dublín, y es probable que Lane esté considerando el papel del economista jefe, actualmente en manos del belga Peter Praet.

Decisión conciliadora

Paschal Donohoe, el ministro de Finanzas de Irlanda, dijo que Lane había recibido el apoyo de otras capitales de la UE, pero Dublín había decidido no continuar con la candidatura porque era “muy importante (...) que la decisión se tome sobre la base del consenso”.

Si hubiera habido múltiples candidatos, los ministros de Finanzas habrían tenido que elegir uno para recomendar formalmente a los líderes de la UE, para que se le diera el visto bueno en marzo.

La elección de un nuevo vicepresidente “no debe ser motivo de desacuerdo”, dijo Donohoe.

De Guindos ha sido durante mucho tiempo el favorito para el puesto a pesar de que nunca trabajó en un banco central. Mariano Rajoy, el presidente de España, ha insistido durante meses para que sea nominado para el papel. España ha estado sin un asiento en la junta ejecutiva de seis personas del BCE desde 2012, a pesar de ser la cuarta economía de la eurozona.

¿Habría ganado Lane?

La semana pasada, algunos miembros del Parlamento Europeo expresaron reservas sobre De Guindos, que ha sido ministro de Economía de España desde 2011.

Roberto Gualtieri, cabeza del influyente comité de asuntos económicos y monetarios del Parlamento, dijo que Lane había sido el “más convincente” de los dos candidatos durante una audiencia informal con diputados del Parlamento Europeo la semana pasada.

También se sabe que funcionarios del BCE en Frankfurt no están muy entusiasmados con el nombramiento, y que Lane está muy bien calificado por sus colegas dirigentes de bancos centrales.

Pero el parlamento no tiene un papel vinculante en los nombramientos en el BCE, lo que ha alimentado las críticas de que el banco central no es democrático.

“Si bien es transparente en el sentido de que era predecible, se supone que el BCE debe rendir cuentas ante el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE. Por lo tanto, es intrigante que le corresponda al eurogrupo ‘elegir’ a alguien que en realidad no fue respaldado por el comité de asuntos económicos y monetarios del parlamento”, dijo Leo Hoffmann-Axthelm, coordinador de investigación y defensa de Transparencia Internacional.

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