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Masái: la tribu guerrera que recluta abogados para defender su marca

Empresas como Calvin Klein o Louis Vuitton tendrían que pagar un arancel de hasta un 5% del valor minorista por los derechos de imagen de la tribu.

Por: David Pilling, Financial Times | Publicado: Lunes 22 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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La primera vez que Isaac ole Tialolo, miembro de la tribu Masái de Kenia, pensó en proteger su propiedad intelectual, fue por puro instinto. Un turista que se dirigía a la reserva de caza Masai Mara comenzó a tomar fotografías. “Pensé, ‘esto es una ofensa’”, recuerda. “No pidió permiso, así que rompí su cámara. Creo que era una de las caras”.

En estos días, Tialolo, de 52 años, está adoptando un enfoque más jurídico para proteger y monetizar su patrimonio cultural y el de los casi 2 millones de Masái, que arrean a su ganado en una franja de terreno que abarca la frontera entre Kenia y Tanzania. Como presidente de la sucursal keniata de la Iniciativa de Propiedad Intelectual Masái, que representa a la tribu en ambos países, educa a su comunidad sobre el valor de su marca y contrató abogados para persuadir a las compañías multinacionales a reconocer la marca Masái y pagar por ella.

Los Masái, conocidos por sus togas a cuadros rojas, finos abalorios y orgullosa historia guerrera, son un ícono atractivo para las empresas que desean establecer valores de marca particulares. Light Years IP, un grupo de defensa con sede en Washington, estima que más de 1.000 compañías, entre ellas Louis Vuitton, Calvin Klein, Ralph Lauren, Jaguar Land Rover y Masai Barefoot Technology, una empresa de calzado, han utilizado imágenes o iconografías Masái para proyectar su marca.

Batalla legal

Para presionar en su caso, los Masái ahora están trabajando con Position Business, una filial de Light Years IP, cuyo fundador, Ron Layton, ayudó a los productores de café de Etiopía a crear una protección de marcas en torno a su café premium. Eso implicó una batalla con Starbucks, la cadena cafetera estadounidense, que buscó bloquear el registro de las marcas de café de Etiopía con el argumento de que se habían vuelto genéricas. Layton estima que los agricultores etíopes, que solían ganar “una fracción del valor minorista de su producto premium”, han ganado al menos US$ 100 millones debido a la protección de marca registrada.

Él dice que los royalties que podrían reclamar los Masái valen cientos de millones de dólares. Agrega que eventualmente podrían usar su marca para lograr acuerdos en una amplia gama de productos, desde la moda hasta los autos, en los que un cobro de licencia típico sería de 5% del valor minorista.

“Si alguien usara la imagen de Taylor Swift, ella pediría al menos un 5% y lo obtendría”, dice Layton. “Un ser humano puede evitar que otros usen su imagen. Con los Masái, este es un activo que pertenece a 2 millones de personas“, argumenta.

Los Masái recientemente llegaron a su primer acuerdo con Koy Clothing, una empresa de retail del Reino Unido, que acordó pagar un cobro de licencia por ropa que se base en los diseños de Masái. Jimmy Scott, director de marketing de Koy, dice: “Somos los primeros en adoptar el acuerdo de licencia, y con el tiempo esperamos que cada vez más empresas nos sigan”.

Los Masái esperan persuadir a otras compañías que usan su marca a pagar un royalty. “El mejor método es hablar con la gente”, dice Tialolo. “Pero si se niegan a negociar en la mesa, no tendremos más opción que acudir a los tribunales”.

Oponentes adinerados

Masai Barefoot Technology, una empresa de Singapur, es uno de los primeros objetivos de los Masái. Son una marca popular de calzado deportivo cuyo diseño de suela desestabilizadora intenta desarrollar los músculos emulando la marcha de los Masái sobre terreno blando. Algunos de sus zapatos se parecen a los que los Masái fabrican con neumáticos viejos. MBT, originalmente suizo, ahora es parte de Star 360 Holdings de Singapur, que opera en casi 20 países.

Andy Chaw, dueño de Star 360, quien ha defendido agresivamente las patentes de los diseños de calzado de su empresa, fue citado por la prensa singapurense diciendo: “Hay un valor intrínseco en los activos intangibles, como las patentes y las marcas registradas, que es clave para nuestro éxito comercial”.

Chaw rechazó las solicitudes de una entrevista. Un ejecutivo de la compañía Star 360 dijo: “MBT siempre se ha comercializado en los últimos años bajo la marca ‘MBT’, para no confundir al mercado”. Sin embargo, su dirección de correo electrónico y su título comercial hacen referencia a “Masai”.

Louis Vuitton no quiso hacer comentarios y Calvin Klein dijo que ya no usa el nombre Masái y no tiene planes de hacerlo.

Clare Cornell, quien lidera el grupo de marcas registradas europeas en Finnegan, una firma de abogados de propiedad intelectual, dice que simpatiza con los intentos de los Masái de proteger su propiedad intelectual. Sin embargo, adelanta que los Masái tienen una larga batalla por delante. Podría costar cientos de miles de libras registrar marcas en todas las jurisdicciones y para cada categoría de productos, agrega. “Si eres Masái y deseas evitar que usen tu marca registrada, tendrás que pagar”, dice Cornell. “Y te enfrentas a jugadores comerciales con mucho dinero”.

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