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May sufre doble derrota: gobierno cae en desacato y el Parlamento toma control del Brexit

La premier inició un debate de cinco días en la Cámara de los Comunes, que culminarán el 11 de diciembre con la decisiva votación sobre la salida de la UE.

Por: H. Mance, G. Parker y J. Pickard | Publicado: Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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La facción del Parlamento británico que respalda el mantenerse en la Unión Europea (UE) celebró una victoria doble ayer, que pareció reducir dramáticamente las posibilidades de un Brexit sin acuerdo y erosionó aún más la autoridad de la primera ministra Theresa May.

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En escenas dramáticas en Westminster, los parlamentarios respaldaron una propuesta de que el Legislativo debería tener libertad para determinar qué pasaría si es rechazado el acuerdo de May sobre el Brexit en un voto de la Cámara de los Comunes el próximo martes.

Una mayoría de los parlamentarios está en contra de que el Reino Unido salga de la UE sin un acuerdo, lo que aumenta las probabilidades de un segundo referendo o una membresía en la Asociación Europea de Libre Comercio, al estilo de Noruega.

Horas antes, una posible ruta para que el país se mantenga en el bloque fue diseñada. Manuel Campos Sánchez-Bordona, abogado general de la Corte Europea de Justicia, respaldó a denunciantes que argumentaban que Londres podría revocar su plan de salir de la UE bajo el artículo 50 del Tratado de Lisboa sin aprobación de los otros Estados miembro.

Su opinión legal, que no es vinculante para el tribunal, va en contra del argumento del gobierno del Reino Unido de que la pregunta era hipotética.

En un nuevo golpe a May, su gobierno fue declarado en desacato por el Parlamento, por su negativa a dar a conocer sus asesorías legales sobre el Brexit, que eran exigidas por los legisladores.

Es la primera vez en la historia británica que un gobierno es declarado en desacato. Los parlamentarios votaron por 311 a favor versus 293 en contra del gobierno, con los aliados de May, el Partido Unionista Democrático, uniéndose a otras cinco colectividades de oposición.

Acuerdo en peligro

Incluso antes de los hechos de ayer, era ampliamente esperado que el pacto de May por el Brexit -largamente negociado durante los últimos 20 meses- fuera rechazado.

La moción para reafirmar el poder del Parlamento en caso de ser necesario un plan B fue liderada por el exfiscal general pro-europeo Dominic Grieve, y respaldada por otros 26 parlamentarios conservadores rebeldes, incluyendo a los exmiembros del gabinete Michael Fallon, Damian Green y Justine Greening.

Ellos unieron fuerzas con los laboristas y otros partidos opositores en la propuesta para que el Parlamento tenga el derecho a decidir el plan B, incluyendo un bloqueo a un Brexit sin acuerdo. La moción fue aprobada con 321 votos a favor y 299 en contra.

“Los parlamentarios están iniciando el proceso de recuperar el control”, dijo Grieve, quien es partidario de un nuevo referendo sobre el Brexit.

Una buena noticia para May es que ahora puede argumentar más fácilmente ante los parlamentarios euroescépticos que votar contra su acuerdo pone en riesgo el proceso completo del Brexit.

Algunos ministros admitieron en privado que la derrota podría ser útil para la primera ministra. “El Parlamento es soberano”, sonrió un ministro euroescéptico del gabinete.

Pero el Grupo pro-Brexit de Investigación Europeo formado por parlamentarios conservadores y dirigido por Jacob Rees-Mogg, insistió en que la maniobra de Grieve no era relevante, porque cualquier moción de plan B aprobada por el Parlamento no sería legalmente vinculante.

Brigid Fowler, una investigadora del think-tank Hansard Society, dijo que la visión del Legislativo “no tendría fuerza estatutaria, pero su fuerza política sería significativa”.

Recta final

May abrió una debate en los Comunes por cinco días sobre su acuerdo por el Brexit diciendo: “Este argumento ha durado lo suficiente. Es corrosivo para nuestra política. La vida depende del compromiso”.

Dijo que un segundo referendo “no unirá de nuevo al país”, mientras que un Brexit duro “ignorará los puntos de vista del 48%” que votó por permanecer en la UE durante la consulta popular de 2016 y que deseaba mantener lazos estrechos con el bloque.

La primera ministra también dijo que intentará tranquilizar aún más a los parlamentarios conservadores asegurándoles que un plan contencioso para evitar una frontera dura con Irlanda no dejará al Reino Unido atrapado en una unión aduanera con la UE, dando a entender que podría obtener ayuda del bloque antes de que los Comunes voten el 11 de diciembre.

“Veamos lo que se avecina”, dijo un asistente.

May dijo que respaldaba su acuerdo para el Brexit con “todo su corazón” e instó a los legisladores a votar a favor o arriesgaban una gran incertidumbre. “Es este acuerdo, ningún acuerdo o el riesgo de que no haya Brexit”, añadió.

Pero su decisión de desafiar el líder Laborista, Jeremy Corbyn, a un debate televisado tambaleó ayer, cuando la BBC retiró su oferta de organizarlo debido a las diferencias entre las partes.

Los Conservadores dijeron que aún estaban comprometidos a un debate, que podría llevarse a cabo en la cadena televisiva rival, ITV.

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