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¿Por qué las elecciones en el Reino Unido importan al resto del mundo?

El resultado de los comicios marcarán en gran medida el tono de nuestra era, tal como Thatcher y Blair lo hicieron en el pasado.

Por: | Publicado: Jueves 8 de junio de 2017 a las 07:30 hrs.
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Por Daniel Dombey

El Reino Unido se apronta a celebrar lo que la Primera Ministra Theresa May ha calificado como la elección más importante que el país ha enfrentado desde que ella está viva. ¿Pero, por qué los comicios que se celebran hoy importan tanto, no sólo al Reino Unido sino al resto del mundo?

May convocó a las elecciones para fortalecer su mano en las negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El Brexit es la tarea más desafiante que deberá enfrentar el próximo gobierno del Reino Unido y amenaza con empantanar el resto de su agenda. Pero hay mucho más por hacer además de las negociaciones con Bruselas.

El Reino Unido debe también:
● Preparar el terreno para establecer relaciones comerciales con el resto del mundo que durante cuatro décadas han sido manejadas a través de la UE;
● Modificar numerosas leyes para la separación, una tarea descrita por la organización sin fines de lucro Hansard Society como "el mayor desafío legislativo que un parlamento haya enfrentado jamás".
● Preparar sistemas administrativos ­como los de fronteras y aduana ­ para un enorme incremento en su carga de trabajo.

No es lo mismo
Aunque los laboristas y conservadores dicen que están comprometidos con el Brexit, el partido opositor de Jeremy Corbyn ha sugerido un acercamiento mucho más suave.

El manifiesto de los conservadores afirma que "no llegar a ningún acuerdo es mejor que cerrar un mal acuerdo" y agrega que afuera de la UE, "ya no seremos miembros del mercado único ni la unión aduanera pero buscaremos una profunda y especial asociación incluyendo acuerdos aduaneros y de libre comercio amplios".

Los laboristas dicen que rechazarán la opción de "no acuerdo" como una alternativa viable y piden "prioridades negociadoras frescas que pongan un gran énfasis en retener los beneficios del mercado único y la unión aduanera". Agregan que un gobierno laborista también aprobará leyes "para garantizar que el parlamento sostenga una votación realmente significativa sobre el acuerdo final del Brexit".

En definitiva, el Reino Unido y la UE todavía no han decidido que significa el Brexit, si acaso al abandonar el bloque el Reino Unido se volverá más proteccionista, por ejemplo, o si el papel del Estado crecerá o disminuirá.

Con tantas cosas todavía por definir, el próximo gobierno tendrá un gran rol en resolver en qué tipo de país se va a convertir el Reino Unido.

Esta nación no había afrontado una encrucijada ideológica tan profunda desde hace décadas. El ascenso de los nuevos laboristas de Tony Blair en los '90 y 2000 dejó a los dos principales partidos luchando por el centro. En contraste, Corbyn ha presentado el manifiesto laborista más izquierdista al menos desde 1983.
May ha copiado algunas promesas de antiguos manifiestos laboristas, como un compromiso para poner un límite a las tarifas eléctricas. Pero la distancia entre ambos partidos es amplia, particularmente en temas de las finanzas públicas, que se han deteriorado significativamente en la última década. La deuda pública ha aumentado desde 36% del PIB en 2007 a 86% el año pasado.

Según el centro de estudios Institute for Fiscal Studies, la carga tributaria aumentará a su nivel más alto de la historia en tiempos de paz en el Reino Unido bajo la propuesta laborista para elevar los tributos a las empresas y a los contribuyentes con ingresos por más de 80 mil libras al año.

En tanto, una victoria de los conservadores llevaría a cinco años más de austeridad, afirma el IFS, poniendo en riesgo los servicios públicos del país.

El regreso de los tradicionales

Si las últimas encuestas tienen razón, los laboristas podrían conseguir su mayor proporción de votos desde 2005 y los conservadores su mayor desde 1987.

Según la agregadora de encuestas de FT, el apoyo al partido conservador era de 44% con los laboristas en 37% al inicio de la última semana antes de las elecciones.

Esos niveles de apoyo revertirían las manecillas del reloj a tiempos pretéritos. Los laboristas y conservadores no registraban 70% de apoyo entre ambos desde 2001 y no han superado la barrera del 80% desde 1983.

El aparente retorno de ambos partidos es incluso más sorprendente cuando se compara con la tendencia europea de creciente desencanto con el antiguo orden político.

La proporción combinada de votos obtenidos por los partidos de centro derecho y de centro izquierdo en Alemania ha caído de 77% en 2002 a 67% en 2013. En España, los dos principales partidos han caído de 84% en 2008 a poco más de 55% el año pasado.

En Francia, el antiguo orden ha sido profundamente transformado: los dos partidos del establishment consiguieron 56% de apoyo en la primera vuelta en las elecciones presidenciales de 2012, pero ambos se hundieron en la contienda de este año, consiguiendo poco más de 26%.

En el Reino Unido, el retorno de los dos grandes partidos podría deberse a los grandes cambios ideológicos que ambos han señalado. May no solo promueve el Brexit, rompiendo con cinco décadas de política exterior y económica, sino que también parece buscar una ruptura con la doctrina de Thatcher que predominó en su partido por cuatro décadas. Su manifiesto ataca con igual dureza "a la izquierdo socialista y al liberalismo de derecha" en favor de "una visión de centro que reconozca lo bueno que pueden hacer los gobiernos".

Corbyn ha señalado que el nuevo laborismo está muerto. A menos que las encuestas estén equivocadas ­una posibilidad real dado los grandes errores en las elecciones de 2015 y el referendo del año pasado ­ políticas de izquierda antes consideradas imposibles están ganando apoyo de los votantes, incluso si los laboristas están en camino de perder asientos en el parlamento.

Una nueva era

El Reino Unido puede tener sus problemas, pero todavía es un miembro con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, un estado con arsenal nuclear y uno de los ejércitos más poderosos de la OTAN con importantes lazos con EEUU y Europa continental. Es una economía del G7 cuyo futuro importa enormemente a los inversionistas, sus socios comerciales y aliados.

La victoria de Margaret Thatcher en 1979 y el arrasador triunfo de Tony Blair en 1997 ayudaron ambos a fijar el tono de su tiempo mucho más allá del Reino Unido. La elección de hoy podría tener repercusiones igualmente importantes.

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