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¿Por qué los trabajadores de Harley-Davidson siguen apoyando a Trump pese a posibles despidos?

La base de votantes de Trump ha demostrado una sorprendente resiliencia, incluso entre aquellos que podrían verse indirectamente perjudicados por sus políticas. Es una señal clave de cara a las elecciones para un segundo período.

Por: Financial Times, Patti Waldmeir | Publicado: Miércoles 27 de junio de 2018 a las 11:19 hrs.
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Es la hora de hacer un alto para un cigarrillo en la fábrica de ejes de Harley-Davidson en las cataratas de Menomonee, Wisconsin, y la conversación gira en torno a la política comercial de EEUU.

Los hombres y mujeres que fabrican estas famosas motocicletas estadounidenses están comentando las últimas e inesperadas consecuencias de la presidencia de Donald Trump: la posibilidad de que puedan perder sus empleos por una guerra comercial de golpe a golpe que atrapó a la compañía dentro de su fuego cruzado.

La compañía de más de un siglo de existencia que el propio Trump calificó como “un icono estadounidense” — y que ha sido alabada como un símbolo de la porfiada supervivencia contra el declive del cinturón industrial del país— dijo este lunes que tendrá que trasladar parte de su producción estadounidense al extranjero para evitar los aranceles de la UE. El fabricante de motocicletas fue el primero en EEUU en reducir su producción local en respuesta a los nuevos impuestos, que fueron aplicados en represalia por los gravámenes de EEUU al aluminio y al acero.

Los trabajadores reunidos fuera de la puerta de la fábrica podrán terminar como víctimas colaterales, pero la mayoría sigue firmemente apoyando al mandatario. Loa mayoría de ellos reconoce sin tapujos que votaron por Trump y que volverían a hacerlo, con o sin aranceles.

“No lo estaría haciendo si no fuera necesario, es un hombre de negocios muy inteligente”, dijo uno de los trabajadores, cuyo nombre estaba grabado en su uniforme de trabajo pero que pidió no ser identificado. “Pienso que está jugando un póker: Te golpeo con esto, tu nos golpeas con eso, esto los va a traer a la mesa — a menos de que esté completamente loco”, grita uno más allá, que también pidió reserva porque no quiere problemas con la empresa.

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Consultados sobre si culpan al presidente o a la UE por provocar la decisión de Harley de trasladar producción al extranjero la mayoría dicen enfáticos que solo culpan a los europeos. “El presidente solo está tratando de salvar a las industrias estadounidense del aluminio y del acero”, dice uno con gesto de aprobación.

Harley-Davidson dijo el lunes que mantenía un “fuerte compromiso con las manufacturas basadas en EEUU”, pero que sus fábricas en India, Brasil y Tailandia podían incrementar la producción para evitar tener que pagar aranceles en la UE que le costarían hasta US$ 100 millones.

Consultado sobre si las últimas noticias podrían hacerlos votar en contra de Trump en las elecciones para un segundo período en 2020, un trabajador, que solo se identificó como Tod, respondió: “No, no lo creo. Se va a necesitar un poco más que eso. Está haciendo cosas buenas. Tendremos que ver quién compite por la otra parte, eso podría cambiar mi voto.”

Mark, otro trabajador que escucha desde una distancia, sentado sobre su  moto durante el cambio de turno de la tarde en esta planta que emplea a cerca de 1.000 trabajadores es desconfiado. “Pienso que Harley solo está usando todo esto como una excusa” para llevarse más producción al extranjero, tras una reciente decisión de cerrar una de las plantas de la compañía en Kansas City. “Solo quieren echarle la culpa a Trump.”

Trump más tarde pareció hacerse eco de esos argumentos, criticando a la compañía por usar los aranceles como un pretexto. “Sorprendido de que Harley-Davidson, e entre todas las compañías, sea la primera en rendirse”, dijo en su cuenta de Twitter, subrayando la ironía de que una compañía que es un símbolo de la grandeza del “Made in the USA” pueda ser una de las primeras víctimas de la confrontación comercial.

Varios trabajadores dijeron que piensan que podrían encontrar otros empleos si llegaran a perder los que tienen actualmente en Harley, en parte porque la economía de EEUU está en auge.

Aun así, ellos son los últimos a los que Trump quisiera perjudicar con sus maniobras comerciales. Él ganó la presidencia en 2016 principalmente al imponerse en estados como Wisconsin, que no habían votado por un republicano en una elección presidencial en más de 30 años. Y eso se debió principalmente a los votantes obreros como ellos y su promesa de revivir las manufacturas estadounidenses.

Trump y su partido no pueden permitirse perder su apoyo justo antes de las elecciones parlamentarias de mitad de período donde enfrentarán una fuerte contienda con el Partido Demócrata.

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Scott Dunn, presidente de ACV, una compañía de reparaciones hidráulicas ubicada justo frente a la planta de Harley, probablemente habla por muchos de los partidarios de Trump en su área cuando afirma que “está bien que confronte el tema” de los desequilibrios comerciales.

Los partidarios de Trump, especialmente en el Medio Oeste, hasta ahora han demostrado ser notablemente resilientes. Incluso aquellos que se podrían ver indirectamente perjudicados por sus políticas no se están apresurando a abandonarlo.

“Está haciendo cambios, tratando de llevar al país de vuelta a donde debe estar”, dice un trabajador de Harley, pisando una colilla de cigarrillo contra el pavimento antes de regresar a su turno en el trabajo.

Los detalles de cómo lo logra pueden importar menos que la simple idea de que Trump está tratando de “hacer a América grande otra vez”.

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