Regreso de Lula a la arena política profundizará las divisiones en Brasil

Menos de un día después de que Luiz Inácio Lula da Silva fue liberado de la cárcel la semana pasada, el exlíder brasileño se reunió con adherentes para un encendido discurso en el que prometió salvar el país del presidente de "ultra derecha" Jair Bolsonaro. 

Fue un mensaje recibido intensamente por los miles de devotos reunidos. Pero están creciendo los temores de que es probable que el resurgimiento de uno de los íconos de la izquierda de América Latina tras 580 días en la cárcel siembre más desacuerdo que unión en una nación extremadamente dividida. 

En lugar de salvar a Brasil, es probable que Lula –como es ampliamente conocido- polarice aún más al evitar que emerjan nuevas figuras de izquierda o centro que desafíen a Bolsonaro y reactivar temores en la derecha de un regreso al poder del Partido de los Trabajadores (PT), dicen observadores políticos. 

La situación es aún más complicada por la naturaleza de su liberación de prisión, que siguió a un fallo sorprendente de la Corte Suprema que permite a los reclusos con apelaciones pendientes que sean liberados. La juagada ha sido criticada como un golpe a la gobernabilidad y responsabilidad en un país plagado por la corrupción. 

"Estamos volviendo a hacer las cosas como siempre", dijo Eduardo Mello, profesor de política de la Fundación Getulio Vargas. "(La decisión de la corte) es una muy mala noticia para nuestro crecimiento de largo plazo y el desarrollo de la democracia en Brasil". 

El presidente del país durante los embriagadores días del auge de los commodities entre 2003 y 2010, Lula da Silva fue sentenciado el año pasado a doce años en prisión por corrupción, una condena que fue luego reducida a nueve años. 

Pero fue un juicio plagado de errores judiciales y políticos. Registros filtrados entregados a principios de este año parecen mostrar a los fiscales cooperando con Sergio Moro, el juez que presidía el caso, que llegó a convertirse en ministro de Justicia en el gabinete de Bolsonaro. 

Los problemas con el caso, combinados con su duradera popularidad, impulsaron un casi fanático movimiento "Lula Livre", que este fin de semana explotó en celebración después de la liberación. 

"Es emocionante porque es un retorno de la democracia. Hoy representa la esperanza de que llegarán días mejores", dijo Selma Regina Pereira, una de los miles de asistentes a la manifestación en Sao Paulo, vestida con el rojo del PT de Lula. 

Lula radical

Pero es probable que el retorno del político de 74 años a la arena tenga ramificaciones profundas a medida que recupera el liderazgo de la izquierda. 

"Desde la cárcel, Lula se ha vuelto crecientemente izquierdista y crecientemente populista. Es un Lula radical ahora. El resultado de su liberación será una mayor polarización", dijo Mello. 

Su liberación podrían beneficiar también a Bolsonaro, dicen analistas, presentando al presidente brasileño con un enemigo claro que puede usar para provocar y unir a su base conservadora. 

"Bolsonaro necesita la controversia y con Lula en la cárcel él descuidó a la oposición y se volvió consistentemente en contra de su propio círculo, gabinete y partido buscando conflicto. Ahora, tendrá un objetivo claro", dijo Mario Marconini, director gerente de la consultora Teneo. 

Es probable que las principales víctimas políticas sean las figuras de centro, quienes encontrarán su espacio político cada vez más restringido.

"La liberación de Lula de la cárcel sólo refuerza una situación que estaba presente en las elecciones de 2018, cuando el centro era incapaz de producir una alternativa viable a Bolsonaro y (al candidato de izquierda Fernando) Haddad", expresó Marconini.

Es probable que las tensiones se vean exacerbadas por el fallo que permitió que el expresidente dejara la cárcel. La Corte Suprema dijo que su decisión de permitir que los condenados fueran liberados hasta que hubieran agotado los procesos de apelación, se hizo para defender la letra de la Constitución de Brasil. 

"Es el entendimiento correcto de la Constitución... Es un equilibrio delicado entre el estado de derecho y combatir la corrupción", afirmó Monica Herz, senior fellow en el Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri). 

Regreso de la impunidad 

Para algunos brasileños, el fallo representa un regreso de los días cuando los ricos podían evitar la cárcel a través de una serie interminable de apelaciones, retrasos legales y acuerdos secretos. 

Para muchos la decisión de la corte también simboliza la muerte de la investigación por corrupción Lava Jato, que en los últimos cinco años ha puesto a criminales de cuello y corbata, incluyendo a políticos y líderes empresariales, tras las rejas. Muchos serán ahora liberados. 

"Este fallo de la Corte Suprema frustra a todos los brasileños que están en contra de la corrupción. Tal como Lula acaba de ser liberado de la cárcel, otros 5 mil prisioneros podrán apelar", dijo Alex Manente, un parlamentario del Partido Ciudadanía, de centro. 

"La liberación de Lula coloca a Brasil en colisión con la agitación civil", aseguró Steve Bannon, exasesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien es cercano a la familia Bolsonaro.

Ambas cámaras del Congreso brasileño han puesto en tabla proyectos de ley para restaurar el sistema previo en el cual los convictos eran encarcelados una vez que fracasaba su primera apelación. Pero es poco probable que la jugada prospere, ya que muchos en el Congreso se beneficiarían de la decisión de la corte, aseguró Marconini.

El propio Bolsonaro enfrenta acusaciones de que algunos parientes están involucrados en corrupción y tienen vínculos con milicias violentas en Río de Janeiro, acusaciones que él niega. 

Además, el apoyo popular a la ofensiva en contra de la corrupción se está desvaneciendo, con pocos líderes políticos que quieran tomar la antorcha, dicen analistas.