FT Español

Sergio Marchionne: el rockstar de Fiat dice adiós

El ejecutivo que rescató a la automotriz de la quiebra falleció hoy a los 66 años.

Por: Rachel Sanderson / Peter Campbell | Publicado: Miércoles 25 de julio de 2018 a las 10:19 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Sergio Marchionne, el ejecutivo canadiense-italiano que salvó a Fiat de la bancarrota y la fusionó con la debilitada estadounidense Chrysler, fue uno de los líderes empresariales más osados de su generación.

El hombre de 66 años, quien murió por complicaciones tras una cirugía, era un negociador consumado, conocido por su hábito de trabajar sin parar y su aguda mente.

Jugador de póker, sus cercanos recuerdan vuelos transatlánticos sin dormir, en que su jefe fumador siempre quería jugar -y ganar- otra ronda de cartas.

La misma pasión definió su rescate improbable de Fiat a través de una audaz fusión con Chrysler, que salvó a ambas empresas y creó el séptimo mayor grupo automotor del mundo.

Persuadió a General Motors de pagar US$ 2 mil millones para escapar de su alianza con una Fiat al borde de la quiebra en 2005, antes de seducir a una complicada Chrysler en 2009 y llevar a cabo una adquisición completa del grupo en 2014.

Nunca perdió el apetito para el próximo acuerdo complicado -mientras más complicado, mejor- y desde el inicio se planteó como un díscolo, listo para lo inesperado, incluyendo el rechazo de los trajes corporativos en favor de chalecos de cuello redondo y camisas. Solía decir que vestirse así le ahorraba tiempo en la mañana.

"Era extremadamente duro, extremadamente exigente", dice Luca de Meo, el exjefe de las marcas Fiat y Alfa Romeo, que ahora es CEO de Seat, de Volkswagen. "Pero siempre exigía más de sí mismo que de quienes lo rodeaban. Cuando haces eso, te conviertes en más que un jefe: te conviertes en líder".

Para los inversionistas de Fiat Crhysler, especialmente la familia italiana Agnelli, que es su mayor accionista, él generó una fortuna. El valor de mercado de Fiat, incluyendo a entidades separadas como Ferrari, se multiplicó más de diez veces bajo Marchionne.

Exor, el holding de los Agnelli, confirmó la muerte de Marchionne hoy.

John Elkann, heredero de la familia, dijo: "Desafortunadamente, lo que temíamos ha ocurrido. Sergio Marchionne, hombre y amigo, se ha ido. Creo que la mejor forma de honrar su recuerdo es seguir construyendo sobre el legado que nos dejó, continuar desarrollando los valores humanos de responsabilidad y apertura de los cuales fue el defensor más ferviente".

En años más recientes, el jefe de Fiat, cuyo acento notablemente canadiense atraería a las multitudes en las ferias automotrices y en conferencias de prensa, con ansias de escuchar su humor áspero o pistas de un nuevo acuerdo, lanzó una llamada a las fusiones entre fabricantes masivos de automóviles para enfrentar la sobrecapacidad y la espiral del costo de capital.

Hace dos meses, en el que se esperaba que fuera su último día de inversionistas en Fiat Chrysler antes del retiro, advirtió la necesidad de la industria de enfrentar la amenaza que presentaban la electrificación y los automóviles autónomos.

"No hay nada noble en ser superior a tus pares; la verdadera nobleza está en ser superior a quien eras antes", dijo Marchionne, citando a Ernest Hemingway, el autor de los hombres alfa por excelencia.

En la generación actual de líderes de la industria automotriz, sólo Carlos Ghosn de Renault ha trabajado más tiempo como máximo ejecutivo. Marchionne se retiraría, tras postergarlo varias veces, en abril de 2019.

"Para muchos, Sergio ha sido un líder iluminado y un punto de referencia inigualable", dijo Elkann, el presidente de Fiat Chrysler, luego de que quedara claro que Marchionne no se recuperaría.

Nacido en 1952 en Chieti, Abruzzo, en ese tiempo una región empobrecida del sur de Italia, un joven Sergio Marchionne emigró a Toronto con su madre y padre. Allí, a la edad de 14, se reunió con familiares que habían huido de Italia tras sobrevivir las atrocidades nazis durante la segunda guerra mundial.

Tras la escuela, se graduó como contador y abogado, habilidades que usaría más tarde al negociar los acuerdos en persona, muchas veces pidiendo a los banqueros que salieran de la habitación.

Entró a la órbita de los Agnelli gracias a Umberto Agnelli, hermano del entonces recientemente fallecido patriarca de Fiat Gianni Agnelli, quien quería encontrar a alguien que rescatara a Fiat.

Agnelli había notado que Marchionne, quien había llegado a Europa por trabajo, había logrado "un éxito enorme" cambiando el rumbo del grupo suizo de servicios industriales SGS, según el abogado de la dinastía Franzo Grande Stevens.

Marchionne se unió al directorio de Fiat en 2003. Un año más tarde, fue nombrado director ejecutivo por Elkann, en ese tiempo el heredero de los Agnelli de 28 años. Era el quinto jefe de Fiat en un período caótico de dos años.

Contra todas las apuestas, logró regresar a la automotriz, que había perdido más de 6 mil millones de euros en 2003, a las ganancias dos años después, reduciendo costos y despidiendo trabajadores.

La adquisición de Chrysler atrajo su apetito por la complejidad y el alto riesgo. En 2009, Marchionne recibió el apoyo del presidente estadounidense Barack Obama, quien entregó a Fiat una participación de 20% en la debilitada estadounidense, en vez de dejarla morir. Marchionne logró el control completo en 2014 e hizo que Chrysler pagara por su propia adquisición de 4.350 millones de euros a través de un dividendo especial.

Con aplomo característico, Marchinne ganó la mano, argumentando que el valor de Chrysler y Fiat dependía de que le permitieran liderarlas. Le dio a las empresas la escala necesaria para sobrevivir.

Cuando FT sugirió que se había tomado vacaciones tras cerrar un acuerdo en Vero Beach en Florida, envió un mensaje: "Nunca tomo vacaciones".

Su próximo plan no logró despear. Una propuesta a General Motors para crear la mayor automotriz del mundo no descartada en 2015.

En cambio, se concentró en construir marcas, convirtiendo a Jeep en un referente global y separando a Ferrari con una valoración de 10 mil millones de euros. En junio, anunció que Fiat Chrysler estaba libre de deudas.

"Es un rockstar. Pero el problema es que cuando un rockstar sale del escenario, las luces se apagan. Eso aterra a la familia" dijo a FT una persona que trabajó para los Agnelli durante muchos años.

En EEUU, su carácter brusco y franco le generó fanáticos, incluyendo a Obama, pero también creó problemas entre sus pares de la industria.

La relación de Marchionne con Italia fue igual de complicada. Como uno de los ejecutivos mejor pagados del país, dominó la vida de la industria y la conversación nacional, volviéndose un objetivo para los partidos políticos anti-establishment.

Fue demonizado por Beppe Grillo, fundador del Movimiento Cinco Estrellas, por cerrar fábricas y eliminar puestos de trabajo. En un acto político en Milán, Grillo lideró a una multitud que gritaba: "Jódete, Marchionne".

En privado, el ejecutivo estaba consciente de los estragos que la globalización causaba en quienes quedaban atrás.

En una reunión a puertas cerradas entre líderes empresariales de EEUU e Italia en Venecia, hace dos años, cuestionó a un sorprendido y defensivo Mario Monti, exprimer ministro italiano, por la sordera de Bruselas sobre las preocupaciones de las personas comunes. "El populismo es sólo una palabra que los banqueros usan cuando quieren desviar la culpa", recuerda un ejecutivo que lo conoció tres semanas atrás. "Es inequidad, nada más".

Fanático de la música y amante del jazz, la ópera y Bruce Springsteen, una vez usó la línea del cantautor "a medio camino del cielo y recién salido del infierno" para describir a Fiat con analistas.

Trabajaba sin parar, eliminando temerariamente de su equipo a quienes no cumplieran con sus altísimas expectativas.

Como combustible, volando semanalmente entre Turin, Detroit, Londres y muchas veces Asia también, bebía incontables expresos y fumaba cigarrillos Muratti en cadena, hasta hace un año, cuando dejó de consumir ambos por órdenes médicas.

En un almuerzo en Turín en 2013, en los cuarteles de Fiat en Lingotto, bromeó con lo que haría cuando no estuviera pensando en automóviles 24 horas al día. "Quiero estudiar física teórica", dijo. ¿Qué le atraía? "Porque es una de las cosas más difíciles que hay".

Luego, exigió un computador. Llegó en segundos y Marchionne abrió un video de Youtube del pianista prodigio chino de cuatro años, Tsung Tsung, tocando Flight of the Bumblebee.

"Me quedé despierto hasta tarde anoche viéndolo", dijo. "¿Te imaginas lo que podrías hacer con un cerebro así?".

Marchionne dejó a dos hijos de su primer matrimonio y a su pareja de muchos años.

Lo más leído