FT Español

Shell: A 2035 “seremos por lejos la mayor empresa eléctrica del mundo”

El grupo quiere desarrollar un negocio de electricidad que incluya el suministro a clientes, operación y entrega de equipos, del mismo tamaño que sus operaciones de petróleo y gas.

Por: Ed Crooks y Anjli Raval | Publicado: Jueves 14 de marzo de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Houston

Royal Dutch Shell, uno de los grupos de petróleo y gas más grandes del mundo, apuesta a convertirse en la mayor empresa eléctrica para la década de 2030, mientras se prepara para un cambio fundamental en la oferta de energía global hacia fuentes de menor emisión de carbono.

Maarten Wetselaar, el director de gas y nuevas energías, dijo a Financial Times que el grupo podría desarrollar un negocio de electricidad, incluyendo el suministro a clientes, operación y entrega de equipos, que fuera del mismo tamaño que sus operaciones de petróleo y gas.

Hablando en la conferencia CERAWeek en Houston, Wetselaar dijo que si Shell lograba su objetivo de reducir sus emisiones de gas invernadero a 2035, “la cantidad de energía -una energía limpia- que necesitaremos vender (...) nos harán por lejos la mayor empresa eléctrica del mundo”.

Alcanzar esta ambición dependerá de ser capaz de asegurar un retorno aceptable sobre el capital de 8%-12%, afirmó, pero agregó: “Con nuestra marca, nuestra presencia global (...) y la adyacencia a nuestro negocio de gas -podemos acceder al gas más barato en cualquier lugar- deberíamos ser capaces de ganar”.

Agregó que los competidores esperados de Shell, los proveedores eléctricos establecidos, son “inútiles”, porque están encadenados a modelos de negocios anticuados.

“Muchos de ellos están en desventaja porque tienen esta enorme posición de legado, con plantas de carbón y plantas nucleares, pero también con una filosofía muy centralizada”, aseguró.

“Vemos al grupo de clientes futuro como más descentralizado, donde las personas tienen una batería en sus sótanos, paneles solares en sus techos y quieren que las ayudemos a optimizar”.

Meta de inversión

Para 2020, Shell planea invertir entre US$ 1.000 millones y US$ 2 mil millones al año en nuevas tecnologías de energía, incluyendo electricidad.

Esto es todavía una fracción del gasto de capital anual del grupo, de cerca de US$ 25 mil millones, pero Wetselaar dijo que el gasto temprano era para “mejorar esta hipótesis” de que Shell podría ser exitoso en la electricidad.

“Lo haremos por varios años”, expresó. “Y luego lo vamos a escalar, porque de otro modo nunca llegaremos ahí”.

El plan de Shell es una respuesta al cambio esperado en el sistema energético mundial hacia un uso mucho mayor de la electricidad, desde cerca del 20% actual a un 50% o más.

Wetselaar afirmó que el avance de la electrificación es “un cuándo, no un si es que”. Un escenario “agresivo” significaría alcanzar ese punto en 2050, y uno más “relajado” en 2080.

El negocio de Shell es ahora cerca de un 65% producción y refinamiento de petróleo, 25% gas y un 10% químicos y otras operaciones, dijo Wetselaar. Para 2030, podría dividirse en un 30% cada uno para el petróleo, gas y electricidad, con un 10% todavía en químicos.

Cadena de suministro

Como otros gigantes europeos de la energía, incluyendo a Total y Repsol, Shell ha estado invirtiendo con fuerza en la cadena de suministro eléctrico, desde la generación hasta puntos de carga de autos eléctricos.

Ha realizado varias adquisiciones, incluyendo a Sonnen, una empresa alemana de baterías, el mes pasado y la compra el año pasado del proveedor eléctrico británico First Utility, lo que le dio acceso directo a los consumidores minoristas de electricidad por primera vez.

También compró New Motion, una de las empresas de carga de autos eléctricos más grande de Europa.

Shell y sus rivales creen que pueden entregar una experiencia del cliente mejor en comparación con las utilities tradicionales, ya que son capaces de desplegar tecnologías avanzadas para analizar datos sobre cómo y cuándo usan electricidad los clientes para entregarles el mejor servicio.

A pesar de que los inversionistas han presionado a los grandes de la energía para asegurar que sean robustos si el mundo cambia rápidamente hacia combustibles más limpios, han cuestionado si estas compañías serán capaces de obtener el mismo tipo de ingresos de sus negocios tradicionales.

Wetselaar dijo que la electricidad estaba cambiando “desde un sistema aburrido y predecible a un sistema intermitente y complejo”, lo que “una oportunidad muy buena para las personas que son buenas en el negocio energético. Y nosotros somos muy buenos eso”.

Lo más leído