Socios de KPMG renuncian a la firma tras polémica por WhatsApp

Dos de los consultores financieros más senior de KPMG abandonaron la firma -que pertenecen a las Big Four- después de que Tim Howarth, su jefe, fuera despedido tras una investigación sobre su conducta.

Mike Walters, quien fue jefe de cumplimiento en Barclays hasta que se unió a KPMG en 2013, y Harps Sidhu, jefe de consultoría de mercados de capitales de KPMG, dejarán la empresa a fines de este mes.

Su partida se produce semanas después de que KPMG investigara a Howarth por una presunta falta de ética laboral, que examinó su uso de mensajes de WhatsApp.

Un funcionario de KPMG dijo que las salidas de los tres ejecutivos habían "eliminado a la cadena efectiva de liderazgo" dentro de la división de consultoría de servicios financieros de la firma, que se ha convertido en "una especie de zona de desastre".

"Han sacado al liderazgo central de una de las áreas más rentables de la compañía. La gente quiere saber qué pasará con sus carreras", dijo el informante.

El trabajo de servicios financieros de KPMG, incluyendo consultoría y auditoría, generó ingresos por 681 millones de libras esterlinas el año pasado, convirtiéndolo en una de las líneas de negocio más grandes de la firma.

Las salidas han provocado una reestructuración dentro de las filas superiores de la división, que asesora a algunas de las instituciones financieras más grandes del Reino Unido, incluyendo a Lloyds Banking Group y Nationwide.

Casos investigados

Howarth, que dirigía el negocio de consultoría financiera de KPMG, fue obligado a dejar el cargo en agosto mientras la firma convocaba a un panel disciplinario. El exejecutivo dijo a Financial Times que ya había renunciado y prometió apelar el resultado. Afirmó que no había denunciante y que no creía que el proceso interno fuera justo o que condujera a un resultado justo.

Dos personas cercanas a la situación dijeron que fue despedido después de que se recibieran mensajes que había enviado en WhatsApp.

Varios funcionarios de KPMG afirmaron que la investigación sobre Howarth había provocado tensiones entre socios y que había inquietado a parte del personal.

"No es un lugar feliz para trabajar en este momento", dijo un socio de servicios financieros. "A mucha gente se le hicieron preguntas sobre si Tim había cometido alguna falta éitca. Pensamos que era prudente no hablar entre nosotros ni con Tim durante ese tiempo", agregó.

La fuente dijo que la disputa interna entre socios había aumentado desde que se supo en junio que otro socio senior, Sanjay Thakkar, se tomó un permiso de ausencia de la división de asesoría de acuerdos de KPMG después de ser acusado de bullying.

Desde entonces, KPMG ha alentado a todo el personal a hablar sobre cualquier preocupación relacionada con comportamientos inapropiados, lo que ha provocado un gran número de denuncias.

Reestructuración

Walters le reportaba a Howarth. Se incorporó a KPMG como jefe de gestión de riesgos financieros en 2013 después de ocho años en Barclays, donde lideraba la función de compliance, que incluía a 1.300 empleados. Anteriormente trabajó en Deloitte, otra de las Big Four, por 16 años.

Sidhu fue socio de EY antes de unirse a KPMG en 2013. Está a cargo de la práctica de consultoría de mercados de capitales de KPMG y es jefe de la unidad de cambio regulatorio de servicios financieros, además de ser el líder global de la firma para Mifid II con sus clientes de gestión bancaria y de activos. Una persona cercana lo describió como una "máquina de hacer dinero".

Como parte de la reestructuración, Lisa Fernihough asumió en lugar de Howarth como jefa de consultoría de servicios financieros para KPMG Reino Unido, y Liz Claydon fue nombrada jefa de asesoría de acuerdos del Reino Unido, en reemplazo de Thakkar. Walters y Sidhu aún no han sido reemplazados oficialmente.

La división de consultoría de servicios financieros, que cuenta con unos 70 socios, también perdió a su jefe de la práctica de auditoría interna de servicios financieros, Jonathan Calvert-Davies, que se unirá a HSBC en octubre. Calvert-Davies se había incorporado a KPMG en enero de 2018.

La ola de salidas es la última de una serie de golpes para KPMG, que ha estado luchando para recuperar su reputación después de polémicas que incluyen un escándalo de corrupción en Sudáfrica y el escrutinio de su trabajo de auditoría para Carillion, el subcontratista del gobierno que colapsó el año pasado.

KPMG y Sidhu no se quisieron referir al tema. Walters y Howarth no respondieron la solicitud de comentarios.