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Softbank pierde la fe en fundador de WeWork y apunta a forzar su pronta salida como CEO

La enorme influencia del director ejecutivo sobre la compañía se ha convertido en uno de los mayores obstáculos en el camino de la multimillonaria salida a bolsa.

Por: E. Platt y A. Edgecliffe-Johnson | Publicado: Martes 24 de septiembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Adam Neumann ha estado involucrado en recientes escándalos de comportamiento indebido. Foto: Bloomberg
Adam Neumann ha estado involucrado en recientes escándalos de comportamiento indebido. Foto: Bloomberg

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Nueva York

SoftBank ha perdido la fe en la capacidad de Adam Neumann para dirigir WeWork y se espera que convoque a una reunión del directorio para degradarlo de su cargo esta misma semana, después de que el grupo de propiedades que registra pérdidas archivara su Oferta Pública Inicial (OPI) y luego de que se hiciera público el comportamiento volátil del jefe ejecutivo y su uso de drogas.

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La enorme influencia de Neumann sobre la compañía se ha convertido en uno de los mayores obstáculos en el camino de la multimillonaria OPI, según inversionistas y personas informadas sobre el asunto.

El vicepresidente de SoftBank, Ron Fischer, es parte del directorio de WeWork, al igual que Mark Schwartz, exmiembro de la junta del grupo japonés de telecomunicaciones y tecnología. Sin embargo, aún no está claro si la mayoría de los miembros del directorio creen necesario que Neumann renuncie como director ejecutivo.

El directorio podría decidir finalmente en contra de cambiar el rol de CEO, advirtieron las fuentes, y apoyar a Neumann o contratar a un nuevo presidente ejecutivo para supervisar la administración de la compañía.

Complicada decisión

Cualquier intento de expulsar a Neumann podría ser contraproducente. Sus acciones tienen 10 veces más derechos de voto que otros inversionistas y tiene la capacidad de reemplazar a varios de los miembros del directorio. Tres de los siete miembros de la junta fueron designados por inversionistas de WeWork, incluidos SoftBank Vision Fund, Benchmark Capital y Hony Capital.

La oposición de SoftBank, en particular, podría complicar la posición de Neumann y representaría una fisura importante en una relación que el CEO atribuye haber impulsado las ambiciones de la compañía. El grupo japonés de Masayoshi Son ha sido el mayor inversionista individual en WeWork hasta la fecha, inyectando casi US$ 11 mil millones en el grupo, y sigue siendo una posible fuente futura de capital privado en medio del escepticismo del mercado público.

Cualquier cambio en el rol de Neumann marcaría otra voltereta en la gobernanza corporativa de WeWork. Cuando la firma publicó por primera vez la documentación para su planeada salida a bolsa, dijo que las acciones de Neumann tendrían 20 veces los votos de las acciones ordinarias, su esposa tendría voz al momento de elegir a su sucesor en caso de que Neumann muriera, y el directorio de WeWork no incluiría mujeres.

La hostilidad de los inversionistas forzó a la compañía a revertir cada uno de esos planes, cortando los derechos de voto de Neumann a la mitad de lo propuesto, removiendo a su esposa de las decisiones de sucesión y añadiendo a Frances Frei, la exdirectora de Uber, al directorio.

El diario The Wall Street Journal reportó temprano el domingo que algunos miembros del directorio de WeWork estaban forzando a Neumann a renunciar. El grupo ha enfrentado semanas complicadas luego de revelar sus planes de salir a bolsa. Se esperaba que la valoración de grupo se recortara drásticamente en la OPI, después de que JPMorgan Chase y Goldman Sachs recibieran una respuesta deslucida de los inversionistas.

Los asesores esperaban que la OPI le diera a WeWork una valoración de sólo US$ 15 mil millones, menos de un tercio de la valoración de US$ 47 mil millones que la compañía estableció en una ronda de financiaciamiento de SoftBank este año.

La noticia de Neumann haciendo uso de marihuana en el jet Gulfstream G650 de la compañía, el historial de fiestas de la firma acompañadas con tequila y su comportamiento errático han planteado nuevas preocupaciones para el público inversionista, así como para el directorio de WeWork.

Neumman le dijo a los empleados la semana pasada que había sido “humillado” en el proceso para la OPI y que aunque él consideraba saber cómo se dirige una empresa privada, desde entonces había recibido comentarios sobre el rol que debía desempeñar como líder de un futuro grupo abierto a bolsa.

Opinión Lex: Adam Neumann y Masayoshi
Son tienen más en común de lo que se piensa

Adam Neumann fumando marihuana a bordo de un jet corporativo sería menos escandaloso si WeWork hubiese logrado salir a bolsa de forma exitosa. El fracaso del plan ha forzado a Softbank a quitarse los lentes en forma de corazón con la que vio al empresario. El grupo tecnológico japonés pedirá removerlo tan pronto como esta semana. Pero el jefe de Softbank, Masayoshi Son, es tan culpable de los problemas de WeWork como el controvertido Neumann.
Son hizo el llamado a invertir después de una breve reunión con Neumann en 2017. El respaldo del mayor inversionista tecnológico alimentó el entusiasmo por WeWork y el exceso de confianza de los empresarios que ya cuentan con ese estimulante.
Sacar a Neumann no será fácil si éste pelea. Sus derechos de votación le permiten reemplazar miembros en el directorio, de los cuales casi la mitad son escogidos por inversionistas, incluyendo SoftBank.
A Son sólo le queda la esperanza de que el fundador se separe del cargo como hizo Travis Kalanick de Uber, para proteger el valor de su inversión. Eso podría hacer a la OPI viable de nuevo.
El crecimiento futuro dependía de los ingresos de la OPI y un préstamo bancario de US$ 6 mil millones. Se espera que WeWork gaste cerca de US$ 9 mil millones este año y el próximo, según Bernstein. La pregunta es qué pasaría después. El efectivo y sus equivalentes ascienden a US$ 6 mil millones. Sin embargo, los compromisos de arriendo a largo plazo ascienden a más de US$ 47 mil millones.
El grupo tiene pocos activos tangibles e ingresos a largo plazo para compensar. Los inversionistas y los propietarios no tendrían suerte si WeWork se queda sin efectivo. SoftBank debería aceptar que hay pocas alternativas a una gran amortización, con o sin Neumann al mando de WeWork.
El modelo de negocio de SoftBank también muestra sus propios defectos. La firma está fuertemente orientada, produce poco efectivo y depende de una rápida expansión para su impulso. Dejando a un lado los hábitos de fumar durante el vuelo, Neumann y Son tienen más en común de lo que se piensa.

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