FT Español

Tensión y polarización en Brasil marcó debate de la justicia sobre futuro de Lula

Ejército se unió a las presiones que pedían enviar al expresidente a la cárcel y candidato izquierdista, Jair Bolsonaro, les declaró su apoyo.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Jueves 5 de abril de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

En medio de una creciente tensión y un aumento de la polarización en Brasil, el Supremo Tribunal Federal (STF) inició ayer el debate sobre si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva debe ir a la cárcel, y cumplir una condena de doce años y un mes por corrupción y lavado de dinero en el marco del escándalo en Petrobras.

Los once jueces del máximo tribunal de la primera economía de América Latina se reunieron desde las 14.00 horas en Brasilia, para discutir el habeas corpus presentado por la defensa del exmandatario, que buscaba que éste permanezca en libertad hasta que se agoten todos los recursos posibles en todas las instancias judiciales.

Esto, pese a que en enero el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región falló, en primera instancia, en contra del fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y lo sentenció a nueve años de cárcel. En una segunda instancia, el fallo fue ratificado y la condena aumentada a doce años. Lula tiene en su contra otras seis causas judiciales.

Votación ajustada

Hasta el cierre de esta edición, se habían emitido cinco de los once votos y el panorama se tornaba cada vez más sombrío para Lula. El relator Edison Fachín, Alexandre de Moraes, Luis Roberto Barroso y Rosa Weber -cuyo voto era considerado decisivo pues no había adelantado su posible inclinación- rechazaron el habeas corpus; y sólo Gilmar Mendes aprobó el recurso.

En tanto, y a pesar de la lluvia, seguidores y detractores del sindicalista que se habían reunido en la explanada de los ministerios en la capital y en otras ciudades del país, permanecían a la espera de la decisión que pondría fin de golpe a la larga carrera política de la figura más importante del país.

Según cifras oficiales, en la hora peak, hubo al menos 2.500 manifestantes en contra de Lula y otras 1.500 a favor de la concesión del habeas corpus. Y mientras el expresidente observaba la sesión en el Sindicato de los Metalúrgicos de ABC “a la espera de la decisión final, que es lo realmente importante”, su eventual y más poderoso rival en las elecciones de octubre, Jair Bolsonaro, se reunió con el grupo de opositores a las afueras del STF.

Ruido de sables

La jornada comenzó marcada por un polémico mensaje de la cúpula del Ejército brasileño que se unió a los grupos de presión haciendo un llamado a los jueces a que enviaran a Lula a la cárcel.

El comandante de la institución, general Eduardo Villas Boas, escribió en Twitter un inusual mensaje en el que aseguró que las fuerzas armadas “repudian la impunidad”. Aseguró que el Ejército brasileño comparte “el anhelo de todos los ciudadanos de bien de repudio a la impunidad y de respeto a la Constitución, a la paz social y a la democracia”, dijo el máximo oficial.

Su mensaje obtuvo el respaldo de al menos otros tres efectivos castrenses. El general Antonio Miotto, escribió: “¡Estamos juntos mi Comandante. En la misma trinchera, firmes y fuertes. Brasil por encima de todo!”

Por su parte, el general Paulo Chagas, respondió: “¡Tengo la espada al lado, la silla equipada, el caballo listo y aguardo sus órdenes!”

A ellos se unió Bolsonaro, diputado ultraconservador y militar de la reserva, defensor del régimen castrense que gobernó Brasil entre 1963 y 1985. Aunque el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, intervino para minimizar estas palabras, el exfiscal general, Rodrigo Janot, expresó su preocupación: “Eso definitivamente no es bueno. Si fuese lo que parece, otro 1964 será inaceptable”.

La presidenta del STF, Cármen Lúcia, también se pronunció en contra de las palabras de Villas Boas, a quien le envió un mensaje: “El Supremo es responsable de hacer cumplir la Constitución y actúa en su cumplimiento de manera independiente y soberana”.

A favor y en contra

Las palabras de Villas Boas trascendieron fronteras. Diputados europeos se mostraron “preocupados” por los “rumores de una intervención militar” en la nación y emitieron una nota en la que pidieron a la Justicia no politizarse.

En tanto, la organización Amnistía Internacional, capítulo Brasil, emitió una nota pública rechazando las declaraciones, que tildó de “grave afrenta a la independencia de los poderes, al debido proceso legal, una amenaza al estado democrático de derecho y señalan una desviación del papel de las Fuerzas Armadas de Brasil”.

Tras la fuerte repercusión de su manifestación, Villas Boas aseguró que su mensaje “expresa la posición del Alto Comando del Ejército” y aclaró que representa “exclusivamente al Ejército” y no a la Fuerza Aérea ni a la Armada.

Lo más leído