Conferencia tecnológica más grande de Europa se cancela por el virus

La GSMA, la asociación organizadora del Mobile World Congress (MWC, su sigla en inlgés) de Barcelona, decidió finalmente ayer suspender la edición que se celebraría del 24 al 27 de febrero de este año, debido a la alarma generada por el coronavirus que llevó a la mayoría de las empresas del sector a cancelar su participación.

La medida tomada por el directorio de la firma en una reunión de emergencia se concretó un día antes de lo previsto, luego de que los gigantes Nokia, Deutsche Telekom y Vodafone anunciaran su retiro.

Días antes habían hecho lo propio compañías como Amazon, Sony, Nvidia, Facebook, Cisco, LG, Ciscco, Ericsson e Intel, por sólo citar algunas.

Y es que muchos de los asistentes suelen ser de Asia, así como algunos de los expositores más grandes, como Huawei, que tiene su sede precisamente en China.

Así, Barcelona se queda sin la conferencia de telecomunicaciones más grande de Europa, en la que se estimaba poder organizar más de 1 millón de reuniones de negocios para los 109 mil asistentes a la cita.

En un comunicado, la GSMA dijo: “La preocupación global con respecto al brote de coronavirus, la preocupación por los viajes y otras circunstancias, hacen que sea imposible para la GSMA celebrar el evento”.

Y añadió que las autoridades de la ciudad española “respetan y entienden esta decisión”. “La GSMA y los socios de la ciudad anfitriona continuarán trabajando al unísono y apoyándose mutuamente para el MWC Barcelona 2021 y futuras ediciones”.

Impacto económico

La cancelación de la conferencia será un gran golpe para Barcelona, ​​donde los hoteles y restaurantes aumentan sus precios ante la llegada de cientos de ejecutivos de telecomunicaciones con alto poder de gastos.

Los medios locales han estimado que la cita genera 492 millones de euros (US$ 535 millones) para la ciudad y crea alrededor de 14 mil empleos temporales.

No está claro si el MWC tendrá que soportar el alto costo de cancelar el evento, o si será capaz de recuperar el dinero gastado en la conferencia. Hasta el cierre de esta edición, las discusiones sobre los costos aún se llevaban a cabo, relató una persona familiarizada con el asunto a Financial Times.