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Facebook: mensajes cifrados no es lo mismo que privacidad

Zuckerberg promete privacidad, pero los expertos advierten que se pueden extraer metadatos para construir perfiles de comportamiento.

Por: Hannah Murphy | Publicado: Lunes 1 de abril de 2019 a las 04:00 hrs.
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Mark Zuckerberg cree que el futuro de las redes sociales radica en la mensajería privada. Sus convicciones son tan fuertes que él planea fusionar los servicios de mensajería de Facebook, WhatsApp e Instagram en un sistema cifrado, lo cual significa que solamente las personas que envían y reciben mensajes pueden verlos.

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Pero el fundador de Facebook aún tiene que explicar cómo la red de medios sociales más grande del mundo, que generó US$16.900 millones en ingresos durante el cuarto trimestre del año pasado -en gran parte por la publicidad en su sección de noticias-, ganará dinero con una reforma tan radical.

Los expertos dicen que existe una solución obvia: los metadatos, la gran cantidad de contexto que rodea un mensaje que se puede ver incluso cuando el contenido está cifrado.

Aunque Zuckerberg ha presentado la reorganización como un pivote hacia la privacidad, Facebook todavía podría minar y analizar los metadatos de mensajería de los usuarios para ayudar a construir detallados perfiles para el uso de publicidad dirigida, en una estrategia que podría irritar a los activistas de la privacidad e incluso a los reguladores.

“Al abstraer y ver quién está hablando con quién, durante cuánto tiempo y cuándo… se puede crear una imagen muy estadística de las personas muy rápidamente”, comenta Alan Woodward, experto en cifrado y profesor de la Universidad de Surrey.

“En muchos sentidos, es el contexto de lo que dices en esos mensajes lo que es más importante que los mensajes en sí”, agrega.

Facebook ha enfrentado una creciente presión para que les proporcione a los usuarios más claridad y control sobre cómo se maneja su información tras el escándalo de Cambridge Analytica, así como del surgimiento de informes que señalaban que Facebook les había permitido a los fabricantes de dispositivos acceder a los datos personales de los usuarios a través de acuerdos especiales.

A principios de este mes, Zuckerberg respondió a esas inquietudes al anunciar dramáticos planes de integrar los tres servicios de mensajería e introducir el cifrado de extremo a extremo. En la actualidad, sólo WhatsApp encripta los mensajes de los usuarios.

Pero el director ejecutivo no describió la política del grupo en torno a los metadatos, los cuales se convirtieron en foco de atención por primera vez en 2013 después de que surgiera, en las filtraciones de Edward Snowden, el hecho de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) recopilaba los metadatos de las llamadas telefónicas de ciudadanos estadounidenses a una escala masiva.

Facebook se ha negado a proporcionar detalles precisos de los metadatos de mensajería que actualmente recopila, pero dijo que se usaban, mayormente, para clasificar a las personas según la frecuencia con la que usan Messenger, así como para controlar el abuso y el correo basura. La compañía también aseguró que era demasiado prematuro comentar acerca de la cantidad de metadatos que se recopilarán cuando se integren sus tres aplicaciones, aunque Zuckerberg ha sugerido limitar el tiempo durante el cual se almacenan los metadatos. Facebook espera lanzar la plataforma combinada el próximo año.

Sin embargo, los expertos sostienen que hay enormes cantidades de metadatos, o “datos sobre los datos”, que Facebook pudiera potencialmente recopilar si los hábitos de los usuarios se orientan más hacia la mensajería ‘protegida’.

Según Jon Callas, investigador senior de tecnología de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y anteriormente un experto en cifrado de Apple, la información podría incluir el sitio web donde se encuentran los enlaces que se comparten y los nombres de imágenes o archivos si se comparten entre los usuarios. Los metadatos también podrían ayudar a clasificar lo que aparecía retratado en una foto -por ejemplo, un perro o una casa- sin que un tercero vea la foto en sí, explica.

“Es posible que hubiera una gran cantidad de análisis invasivo mientras sólo se tienen metadatos”, agrega Callas.

La investigación sugiere que, al analizar estos patrones de comunicación, es posible hacer predicciones relativamente precisas sobre la vida personal de los individuos, como su edad, género, preferencias sexuales o rasgos de personalidad.

La sofisticada tecnología de aprendizaje automático, en la que los algoritmos aprenden de grandes conjuntos de datos y mejoran con el tiempo, puede proporcionar información adicional. Un estudio de 2018 realizado por investigadores de la Universidad Colegio de Londres (UCL, por sus siglas en inglés) analizó los metadatos de 10.000 usuarios de Twitter y descubrió que podían correlacionar esta información con su identidad con una precisión de aproximadamente un 96,7%.

En el caso de Facebook, la plataforma también podría combinar los metadatos de mensajería con el resto de la información personal que posee sobre los usuarios, como lo que les gusta y lo que comparten en su fuente de noticias, para construir un perfil de comportamiento de un individuo y de sus amigos.

Un portavoz de Facebook dijo que la compañía actualmente no utiliza el aprendizaje automático en los metadatos para la publicidad dirigida.

Uno de los métodos se conoce como “análisis de patrón de vida”, en el cual los datos que incluyen la ubicación se utilizan para comprender los hábitos de un usuario en el tiempo. Usando esto, una plataforma como Facebook podría deducir dónde está el hogar y el lugar de trabajo de un usuario.

Llevada a su conclusión lógica, esa plataforma podría establecer que un usuario normalmente camina de una estación de tren a su oficina todos los días a una cierta hora, permitiéndole proporcionarle a ese usuario anuncios para una cafetería particular dentro de un cierto radio de ese recorrido durante ese período de tiempo, por ejemplo.

Otro método, conocido como “análisis de enlaces”, evalúa la red de conexiones de una persona para determinar quién está influyendo en quién y qué es lo que pudieran tener en común.

Los críticos advierten que los metadatos podrían convertirse en el próximo campo de batalla de la privacidad, particularmente en el caso de Facebook.

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