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La Bolsa de Hong Kong hace agresiva oferta por LSE y ésta apunta a rechazarla

La firma asiática exigía que su par británica renunciara a la compra -por US$ 27 mil millones- de Refinitiv.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Jueves 12 de septiembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Bloomberg
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El operador de la Bolsa de Hong Kong, Hong Kong Exchanges and Clearing Limited (HKEX), sorprendió al mundo financiero ayer al anunciar su intención de tomar el control del London Stock Exchange Group (LSEG, su sigla en inglés) -operador de la Bolsa de Londres- con una oferta de 32 mil millones de libras (US$ 40 mil millones) que ponía en riesgo la exitosa apuesta del grupo británico por adquirir Refinitiv.

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Sin embargo, la oferta enfrentó resistencia desde Asia y el Reino Unido, en medio de las dudas sobre el riesgo político que representan ambos países en este momento, y obtuvo críticas también por la estructura del acuerdo. Y es que HKEX exigía que LSE renunciara a la compra -por US$ 27 mil millones- de la empresa que comercializa terminales de información financiera, propiedad de Thomson Reuters y Blackstone.

Aunque en un inicio el gestor de la bolsa británica dijo que evaluaría el plan, luego apuntó en un comunicado que se trataba de una oferta “no solicitada” y que seguía “comprometida y haciendo buenos progresos en la propuesta de adquisición de Refinitiv”.

Así las cosas, todo indica que el acercamiento de Hong Kong sería rechazado.

La oferta

La propuesta del operador de la bolsa asiática es hacerse con el 41% de su par británico -a través de una operación en la que valora las acciones de LSE en 83,61 libras-, y “reunir a los centros financieros más grandes y más importantes de Asia y Europa”.

El precio supone una prima cercana al 12% sobre el cierre de LSEG del martes. Ayer, los títulos del grupo financiero británico llegaron a subir un 15%, aunque luego moderaron el alza a 5,91%.

Es “una oportunidad estratégica de crear una de las primeras plataformas de mercado en el mundo”, aseguró la presidenta de HKEX, Laura Cha Shih May-lung, en el registro de la operación.

“Juntos, conectaremos este y oeste; podremos diversificar y ofrecer a nuestros clientes más innovación, gestión de riesgo y oportunidades de inversión”, agregó Charles Li Xiaojia, director general de HKSE, quien aspira a convertir a Hong Kong en el centro financiero de referencia en Asia en los próximos tres años.

Con esta adquisición, el gestor asiático lograría acceso a los productos financieros de renta fija de Londres, así como al FTSE Rusell, índice de referencia para grupos de inversión internacionales.

En tanto, el Reino Unido obtendría un lugar privilegiado desde el cual participar en la internacionalización del yuan -que emplea Hong Kong como plataforma de salida al mundo-, además de obtener mayor estabilidad en la posición financiera de la City, ad portas de la salida del país de la Unión Europea.

Si se hubiese concretado, la operación hubiese sido la segunda expansión internacional de HKEX tras la adquisición en 2012 del London Metal Exchange, un salto al terreno de las materias primas que tuvo un excelente efecto en la cuenta de resultados de la firma.

En la presentación de resultados a mediados de agosto, HKSE anunció una cifra récord de ingresos, que crecieron 5% en la primera mitad del año.

Riesgos políticos

Pero la maniobra de ayer se produjo en una coyuntura crítica tanto para la industria del intercambio global, como para Hong Kong y el Reino Unido.

Según dijo Chris Turner, analista de Berenberg, a Bloomberg, “los riesgos políticos siguen siendo los obstáculos principales”, considerando que con la operación se “vería a una empresa china adquirir los principales mercados de valores tanto del Reino Unido como de Italia, así como la infraestructura clave para los mercados de deuda europeos”.

Por ello, varios analistas anticiparon que la propuesta no se concretaría.

Ben Kelly, analista de Louis Capital, destacó que muchos de los inversionistas se opondrían a la idea de que una firma británica pasara a ser controlada por una empresa de Hong Kong que, además, es propiedad del Estado chino en un 6%.

Kelly también señaló que Estados Unidos podría objetar la operación por lo que significa la influencia china en uno de sus aliados financieros.

Eso sí, el hecho de que la propuesta no consiga luz verde, podría desencadenar nuevas ofertas de rivales.

Así lo advirtió Guy de Blonay, administrador de fondos de la firma Jupiter, quien dijo: “Si se rechaza la oferta sobre la base política, se puede abrir la puerta a nuevos postores que podrían conducir a una guerra de ofertas”.

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