Multinacionales

Primero fueron las bolsas plásticas. Ahora siguen los vasos para el café

Dado que los gobiernos locales y nacionales van por fijar impuestos –o prohibir- las tazas para llevar, Starbucks y Dunkin Donuts se esfuerzan por encontrar una alternativa.

Por: Bloomberg | Publicado: Lunes 29 de abril de 2019 a las 13:13 hrs.
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Los habitantes de Berkeley, California, están orgullosos de sus líderes en todo lo referente a asuntos cívicos y medioambientales. La pequeña ciudad del este de San Francisco, fue de las primeras en Estados Unidos en adoptar el reciclaje. Prohibieron la espuma de poliestireno (plumavit) y fueron pioneros en sacar de circulación las bolsas plásticas para hacer las compras. A principios de este año, el ayuntamiento de Berkeley dio a conocer un nuevo flagelo medioambiental: las tazas de café para llevar.

De acuerdo con el ayuntamiento de la ciudad, alrededor de 40 millones de tazas desechables se tiran a la calle cada año, lo que da una estimación de una por persona al día. En enero, el organismo dijo que las tiendas de café cargarán 25 centavos de dólar extras, a quienes usen y se lleven los vasos. "Esperar ya no es una opción", dijo Sophie Hahn, miembro del Ayuntamiento de Berkely.

Apremiados por la basura que se acumula en el planeta, proveniente de tazas y contenedores plásticos, varios organismos estatales del mundo están adoptando drásticas medidas para prohibir aquellos de un solo uso. En Europa se espera que los vasos plásticos desaparezcan para 2021. India, pretende hacer lo mismo para 2022. Taiwan fijó 2030. Probablemente los recargos, como ocurre en Berkeley, se volverán cada vez más habituales con el propósito de lograr un cambio rápido en el comportamiento de los consumidores.

Para cadenas como Starbucks, que genera unos 6 mil millones de tazas al año, esto representa un dilema existencial. Dunkin, recientemente modificó el nombre de su marca, precisamente para hacer énfasis en que su negocio original de las donuts ya no es de mayor importancia, con un 70% de sus ingresos que proviene del consumo de café. Esto también es un problema que presiona a Mc Donald, y a toda la industria de comida rápida.

Los ejecutivos de estas compañías ya sospechaban que estos días llegarían. Por lo que han estado trabajando, por separado o en conjunto, por más de una década en encontrar alternativas más amigables con el medioambiente para el vaso revestido de plástico, con doble pared, y tapa.

Pero al parecer esto no ha dado los buenos resultados esperados.

"Esto molesta mi alma", dice Scott Murphy, jefe de operaciones del grupo Dunkin, que genera unos mil millones de vasos plásticos al año. Dentro de la compañía se ha estado trabajando en el rediseño de estos vasos desde que se prohibió el uso del plumavit en 2010. Este año, finalmente los locales hicieron la transición a los vasos de papel, y continúan realizando pruebas con nuevos materiales y diseños.

"Es un poco más complicado de lo que la gente piensa", dice Murphy. "Esas tazas es la interacción más directa que tenemos con nuestros consumidores. Es una gran parte de nuestra marca y patrimonio".

Auge los desechables

Los vasos desechables son una invención relativamente moderna. Hace unos 100 años, los defensores de la salud pública estaban ansiosos por prohibir el uso compartido de recipientes públicos de vidrio o lata para beber en las fuentes de agua. Cuando Lawrence Luellen, patentó el vaso desechable forrado en cera, lo consideró como una innovación en higiene y en medidas profilácticas para controlar enfermedades como la neumonía y tuberculosis.

La cultura del café para llevar no surgió hasta mucho más tarde. McDonald expandió a nivel nacional el consumo de desayuno en los años setentas. Poco más, de una década después Starbuck abrió su tienda número 50. Ambos junto a Dunkin, vende cerca de US$ 20 mil millones en café al año, según estimaciones entregadas por Peter Saleh, analista de BTIG LLC.
Mientras tanto, compañías como Georgia-Pacific LLC e International Paper Co, han crecido junto al mercado de vasos desechables, el cual cerró en US$ 12 mil millones en 2016. Para 2026, se espera que termine cercano a los US$ 20 mil millones.

Estados Unidos genera unos 120 mil millones de vasos de papel, plástico y de plumavit cada año, lo que representa un quinto del total mundial. La mayoría de ellos -99,75%- termina como basura, la que incluso en el caso de las tazas de papel se demorará más de 20 años en descomponerse.

 

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