Política

Evo Morales renuncia a la presidencia de Bolivia tras llamado del Ejército y la Policía

El ahora exmandatario había informado la repetición de los últimos comicios tras un reporte de la OEA que denunciaba irregularidades en el proceso.

Por: Renato García J. | Publicado: Domingo 10 de noviembre de 2019 a las 17:23 hrs.
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El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció su renuncia al cargo tras un llamado del Ejército y la policía. Morales informó su decisión después de casi 14 años al mando, a través de un video desde algún lugar del país.

También presentaron su renuncia el vicepresidente Álvaro García Linera y la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, quien debía asumir en reemplazo de Morales, por lo que ahora existe incertidumbre sobre la sucesión.

En el video, Morales explica que renuncia para que sus compañeros socialistas y dirigentes ya no sean hostigados por lo que califica como un golpe cívico. García Linera, por su parte, señaló que se aleja para que "no ensangrienten más las calles", pero prometió que "desde donde estemos, seguiremos luchando".

Poco antes del anuncio, las Fuerzas Armadas y Policía de Bolivia habían pedido su dimisión para pacificar al país, sumido en una crisis política y violentas protestas desde las elecciones generales del 20 de octubre. 

El comandante en jefe de la institución castrense, Williams Kaliman, y el comandante de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, leyeron por separado sendos comunicados, sugiriendo el primero y pidiendo el segundo la salida de Morales.

El llamado se produjo pese a la decisión del ahora exmandatario de convocar a nuevas elecciones, tras la publicación de un reporte de la Organización de Estados Americanos (OEA) que advertía "irregularidades" en los últimos comicios.

La renuncia de Morales generó inmediatos festejos entre amplios sectores de la población que llevaban varios días de duras protestas en contra del gobierno, denunciando fraude en los comicios.

Poco antes del anuncio comenzaron a circular imágenes del avión presidencial despegando, junto con rumores de que habría partido rumbo a México, donde gobierno uno de sus más cercanos aliados políticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Morales informó este domingo la convocatoria de nuevas elecciones generales, tras el informe de OEA, que recomendó repetir la primera ronda de los comicios de octubre, que le dieron como ganador. Morales informó que el nuevo proceso se realizaría a través de un órgano electoral renovado que dé mayores garantías de transparencia.

Acusaciones de golpe de Estado

El sábado Morales había acusado a la oposición de intentar un golpe de Estado en su contra, pero las Fuerzas Armadas dijeron en esa oportunidad que no se enfrentarían con el "pueblo".

Por su parte, Juan Carlos Huarachi, el líder de la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país y que ha sido aliada del Gobierno en los últimos años, también había pedido este domingo a Morales "renunciar, si es necesario" para pacificar al país.

En tanto, el expresidente Carlos Mesa había señalado que la demostración de que hubo "fraude" dejaba inhabilitado a Morales. Mesa celebró el domingo la salida del líder indígena  como el "fin de la tiranía". 

"A Bolivia, a su pueblo, a los jóvenes, a las mujeres, al heroísmo de la resistencia pacífica. Nunca olvidaré este día único. El fin de la tiranía. Agradecido como boliviano por esta lección histórica. ¡Viva Bolivia!", escribió en Twitter.

 

Los sucesos de inmediato generaron reacciones internacionales. El cuestionado líder venezolano, Nicolás Maduro, denunció las presiones sufridas por su estrecho aliado. "Condenamos categóricamente el golpe de Estado consumado contra el hermano presidente Evo Morales", indicó Maduro en su cuenta de Twitter. 

Lo mismo hicieron el gobierno de Cuba y el expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, que recién está regresando a la escena internacional tras salir de prisión, donde se encontraba acusado de corrupción.

En Chile, en tanto, el excanciller Heraldo Muñoz rechazó "firmemente lo que parece ser un golpe de Estado en marcha contra Evo Morales", agregando que un eventual intento de fraude "no puede justificar un golpe".

Una opinión sumilar expresó el senador José Miguel Insulza, quien se desempeñara como secretario general de la OEA y quien también encabezó en el pasado la cancillería.

Muy poco, muy tarde. 

La OEA encontró “irregularidades” al auditar los comicios, donde el conteo de votos se detuvo inexplicablemente durante casi un día, lo que provocó acusaciones de fraude y disparó protestas de la oposición, huelgas y bloqueos de carreteras.

“Se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección del 20 de octubre pasado”, señaló la OEA en un comunicado de prensa. "En el componente informático se descubrieron fallas graves de seguridad", añadió.

Pero las promesas de Morales de repetir la primera vuelta habrían llegado demasiado tarde para el líder indígena que gobierna desde 2006, ya que según la oposición, la constitución boliviana inhabilita a un candidato acusado de fraude para participar en elecciones.

Según el informe, resulta “estadísticamente improbable” que, pese a ganar los comicios, Morales haya obtenido los 10 puntos porcentuales necesarios para evitar un balotaje con el liberal Carlos Mesa, quien resultó segundo.

La Fiscalía General de Bolivia anunció más temprano este domingo el inicio del procesamiento de los miembros del Tribunal Supremo Electoral por los "presuntos hechos irregulares" en las elecciones. A través de un comunicado advirtió que las irregularidades "muy graves" detectadas por la OEA pueden conllevar "ilícitos penales y electorales vinculados al cómputo de los resultados oficiales".

La presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque Quispe, presentó posteriormente su renuncia "irrevocable" para someterse a "cualquier investigación".

Renuncian ministros y Presidente de la Cámara

La salida del mandatario había sido antecedida por el comienzo del derrumbe de su gabinete. A comienzos de la tarde, el ministro de Minería, César Navarro, había renunciado a su cargo de forma "irrevocable" después de que una turba incendiara su casa en la ciudad andina de Potosí, en medio de la crisis política posterior a las elecciones.

"He presentado mi renuncia porque creo que es un momento doloroso, entonces he presentado ya mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Estado", dijo Navarro en un contacto telefónico con el canal privado PAT.

La ahora exautoridad lamentó la violencia "muy fuerte" latente en Potosí y denunció que su vivienda en esa ciudad, en el oeste boliviano, fue incendiada, que la turba golpeó a su sobrino y que ahora un grupo busca entrar a la casa de su madre.

Poco después también habían presentado sus renuncias el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, y el presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Víctor Borda.

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