Política

José Luis Espert: el Chicago Boy argentino con la vista puesta en la Casa Rosada

El candidato liberal apunta a la apertura económica, privatizar el sistema de pensiones y a disminuir el tamaño del Estado con despidos que se traduzcan en que esos empleados sean formados y absorbidos en el sector privado con baja de costos laborales.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Lunes 1 de abril de 2019 a las 04:00 hrs.
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El economista argentino José Luis Espert no es un Chicago Boy. Sin embargo, fue formado en la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) bajo esa filosofía, y este año basa su propuesta como candidato presidencial del Partido Libertario de derecha en las reformas económicas que se hicieron en Chile en los ‘70.

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Con 57 años, y como seguidor de Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago, se ha propuesto “cortar drásticamente la tendencia de Argentina hacia la miseria”. Así lo explicó en entrevista con Diario Financiero en vísperas de su llegada a nuestro país para participar, el miércoles a las 19:30 horas, en un conversatorio organizado por el Centro de Estudios Libertarios (CEL).

- ¿Es su propuesta liberal la respuesta a la crisis argentina?

- Nuestra respuesta como partido político no apunta sólo a esta crisis. Argentina, con lo que está haciendo, le va absolutamente mal, tras fracasar en lo mismo por ocho décadas. Proponemos un cambio profundo, estructural, similar al que encaró Chile desde mediados de los ‘70 y Perú en los ‘90. Girar a una economía muy abierta, que tenga un tamaño de Estado pagable, y en el que haya un cambio profundo de las leyes laborales, que tras seis décadas, están obsoletas. Queremos hacer algo muy claro y muy simple. Podría definirse como liberalismo, pero para nosotros es sentido común.

- ¿Cuáles serían las primeras medidas de su gobierno?

- Como señal de apertura comercial absoluta, empezaría negociando un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Luego, está la necesidad de achicar el tamaño del Estado, y ahí viene la necesaria baja del gasto público y el despido de trabajadores que se traduzca en que esos empleados sean capacitados y absorbidos en el sector privado con baja de costos laborales.

- ¿Cómo hacer ese tipo de recortes sin enfrentar dura oposición?

- Crítica va a haber de los favorecidos por esta obscenidad de crecimiento del tamaño del Estado, a costa del sector privado. Yo, simplemente, me estoy poniendo al lado de la gente. Bienvenida la crítica. Lo que me interesa es beneficiar, en serio, a la gente y no usarlos como eslabón de una cadena, como hace este capitalismo corporativo de rapiña.

- ¿Plantearía una reforma previsional como la de Brasil y Chile?

- Planteo una contrareforma de la contrareforma del kirchnerismo. Volvería a privatizar todo lo estatizado, inclusive, el régimen previsional. Lo ideal es volver al sistema de antes, que era caro pero funcionaba perfecto. E incluiría aumentar la edad jubilatoria de 65 años, tanto para hombres como para mujeres, a 70 años.

Reformas inmediatas

- Ha dicho que es necesario más dinero del FMI. ¿Por qué?

- Lo firmado el año pasado, más que un acuerdo con Argentina, fue para salvar a Mauricio Macri. De US$ 57 mil millones que el FMI aprobó, US$ 50 mil millones se desembolsarán hasta fines de 2019. Al nuevo gobierno le queda, por año y medio, US$ 7 mil millones. El piso de pago de deuda que Argentina tiene que hacer, entre intereses y amortizaciones, es de US$ 40 mil. Entonces, ¿cómo se financian los US$ 33 mil millones que quedan sin respaldo? ¿Con más ajuste fiscal o con colocaciones de deuda en el mercado privado, que en este momento está cerrado? No sé si eso sea factible.

- Hablamos de reformas profundas y drásticas. ¿Las implementaría de inmediato?

-Sí. Al FMI hay que abordarlo inmediatamente, porque Argentina necesita dar una señal clara de que no va a haber ninguna dificultad para pagar la deuda. Eso es urgente. Lo otro es empezar, apenas asumamos, el proceso de reformas, que también incluye bajar el costo de la política. Y además hay que empezar a discutir en el Congreso la reforma de al menos cuatro leyes laborales. Si esto comienza en el primer día de gobierno, hacia el fin del mandato se logra un país normalizado y con perspectivas de crecer a tasa sostenida.

- ¿Cómo aplicar medidas tan radicales con elecciones a mitad de período y, en dos años más, la reelección?

- Esa es la gran diferencia entre una persona realmente comprometida a cambiar el país y alejarlo de su tendencia hacia la miseria, versus una persona como Macri que sólo quería hacer campaña para ganar elecciones y luego gobernar para ganar otras. Yo estoy obsesionado con cambiar el país, no sólo con ganar una elección.

- En materia internacional, ¿cuáles serían sus puntos de foco?

- Tengo claras dos cosas: el tema Venezuela y China. Sobre lo primero, somos partidarios de una fuerza de paz entre países de América Latina, con la incorporación de EEUU, para hacer una “extracción” de Nicolás Maduro al mejor estilo de Manuel Noriega en Panamá, sin necesidad de una matanza. Para nuestro partido, Maduro es un genocida que desestabiliza la región y un dictador asesino como él no se saca con diplomacia. Sobre China, queremos terminar con su influencia en el país y el que Argentina esté cediendo soberanía con bases militares. Queremos valores de Occidente, no los de Oriente.

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