Ripe

Ministro de Hacienda de Colombia: “No tengo la más mínima duda de que lo peor ya pasó"

Mauricio Cárdenas, sin embargo, dijo que "todavía no estamos en plena forma”.

Por: | Publicado: Martes 7 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Muchos cuestionan el desbordado optimismo del gobierno colombiano para este año luego de que la economía se desacelerara en 2016 y creciera solo 2%, uno de los menores registros de la última década.
Sin embargo, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, recalca que lo peor de la crisis ya pasó, y por eso se declara "un optimista realista".


- Durante 2016 la economía tuvo un frenazo al crecer solo 2% y hay muchos que son pesimistas sobre lo que vendrá para 2017. ¿Por qué su mensaje del optimismo realista cuando las cosas aún no andan bien?


- La frase del optimismo realista la tomé de Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos. Yo me convertí de inmediato a ese credo porque refleja muy bien la forma como pienso y veo al país. Hay que ser optimista, pero también realista y tener los pies sobre la tierra.


Tuvimos una etapa difícil, y no hay que negarlo porque fue a raíz de la caída de los precios internacionales del petróleo. Y es un golpe que Fedesarrollo ha dicho que fue similar al que tuvo Colombia en la Guerra de los Mil Días y en la Gran Depresión de los años '30, en términos de la caída de las exportaciones. Pero el país lo asimiló sorprendentemente bien porque no caímos en una recesión. Eso nos debe llenar de ánimo y confianza de que somos capaces de acomodarnos a un fenómeno difícil como fue este del petróleo, pero salimos adelante.


- Pero no cree que todavía hay muchos nubarrones...


- No tengo la más mínima duda de que lo peor ya pasó, y que tal vez el daño más duro ocurrió en 2016, porque no solo fue por el petróleo sino que se juntaron el fenómeno del Niño y el paro camionero, lo mismo que la incertidumbre sobre la paz y la reforma tributaria. Por eso soy optimista con realismo. ¿Cuál es el realismo? Que 2017 será mejor y de más crecimiento (2,5 %), pero todavía no estamos en plena forma. Todavía no vamos a tener el crecimiento ideal y óptimo al que podemos aspirar, y que es de 4,5%.

- Luego de dos meses de vigencia de la reforma tributaria todavía a muchos sectores no les suena la idea de esos cambios porque la economía no estuvo bien durante 2016. ¿Se justificaba la reforma?


- Sin la reforma tributaria estaríamos todavía atascados y en problemas. Sin ella, no se habría despejado el panorama fiscal de Colombia, habríamos perdido la calificación BBB y eso nos estaría ahora generando dificultades en términos del precio del dólar y las tasas de interés. De manera que afortunadamente, aunque sé que es un sacrificio grande para todos, logramos sacarla adelante.


- El escándalo de corrupción de Odebrecht ha generado mucho ruido en el país, y hasta se afirma que podría empañar el desempeño económico este año. ¿Usted ve amenazado ese futuro crecimiento?


- El escándalo de Odebrecht es el problema de una sola empresa, una multinacional del soborno, que aplicó una fórmula delincuencial, no solo en Colombia sino prácticamente en todos los países donde operaba. Afortunadamente para Colombia la presencia de Odebrecht es marginal.


Si uno mira, por ejemplo, el programa de las autopistas 4G, donde hay 30 proyectos, se presentaron 97 empresas, y ninguno de ellos se adjudicó a Odebrecht.


El problema de esa empresa fue en un contrato hecho en 2009, que es la Ruta del Sol II, que el gobierno lo está resolviendo al declarar su terminación y pasándolo a la modalidad de obra pública que nos permitirá continuar con las obras.


Por eso, lo de Odebrecht no hay que generalizarlo, no contagia ni contamina un plan de inversiones importante para el país porque lo que uno ve es que hay muchas otras empresas solventes financiera y moralmente que están sacando adelante esos proyectos.


- ¿Por qué entonces empresarios y los ciudadanos afirman que la corrupción se enquistó en la sociedad?


- Creo que el origen de esos problemas está asociado a la falta de información, y por eso ahora nuestra principal tarea es suministrar esa información para impulsar la transparencia.


La semilla de muchos de estos problemas de corrupción está asociada al financiamiento de la política. Hay que cambiar la forma como se financia la actividad política, pues hay que hacerlo con un nuevo sistema donde, ante todo, sea el Estado el que lo haga. El sistema de financiamiento privado de las campañas es el que da pie a estos problemas de corrupción.


- ¿Hay dinero suficiente para atender todo lo que implica el posconflicto (con las Farc), precisamente en esta época de las vacas flacas?


- Tenemos quince años para sacar adelante las iniciativas que forman parte de los Acuerdos de La Habana, de manera que esto no se hará de un día para otro. Solamente este año vamos a invertir 4 billones (millones de millones) de pesos en el posconflicto.


- Se habla mucho del desbordamiento del gasto público, que el próximo gobierno no tendrá mucho dinero, y que otra reforma tributaria no está lejana. ¿Qué tan real es?


- Si hay un gobierno que propone aumentar el tamaño del Estado y gastar más, naturalmente tendrá que proponer cómo conseguir esos ingresos. Para el Estado actual la última reforma tributaria es suficiente.
Frente a lo que resta de la administración seguiremos aplicando la fórmula de la austeridad inteligente, que es recortar sin desproteger la inversión en los programas sociales ni en la infraestructura.


- ¿No teme que la inflación siga alta, y que las metas oficiales no se cumplan este año sobre todo por el impacto del alza del IVA?


- La inflación seguirá bajando en buena parte por la caída de los precios de los alimentos. Soy optimista en cuanto a que vamos a terminar el año con una inflación bordeando 4%, que es el tope de la meta del Banco de la República. Veo bajando la inflación, sobre todo por los alimentos, lo cual ayudará mucho a este año, que entre otras cosas, le va a permitir al emisor reducir sus tasas de interés.

 

Lo más leído