Basilea III: CMF pone en consulta normativa sobre patrimonio efectivo de bancos chilenos

Un nuevo paso en la ruta hacia las normas internacionales de Basilea III dio ayer la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) tras poner en consulta para comentarios del mercado y público en general, la tercera propuesta normativa sobre esta materia.

Esta vez, el regulador puso en consulta una norma para el cálculo del patrimonio efectivo que deberán utilizar los bancos chilenos a objeto de cumplir con los límites legales establecidos en la Ley General de Bancos (LGB).

"La nueva normativa permitirá que los bancos cuenten con un capital más robusto para hacer frente a un escenario de pérdidas inesperadas, otorgándose con ello mayor estabilidad al funcionamiento del sistema bancario", indicó la CMF.

Tres tipos de capital

La propuesta regulatoria -que estará en consulta hasta el 17 de enero de 2020- considera la definición de tres niveles de capital, para lo cual se utilizó la terminología usada por el Comité de Supervisión de Basilea, esto es: el capital ordinario nivel 1(CET1, por sus siglas en inglés), capital adicional nivel 1 (AT1, por sus siglas en inglés) y el capital nivel 2 (T2, por sus siglas en inglés)

El organismo destacó que se introdujeron "ajustes prudenciales para determinar el monto disponible de los distintos niveles de capital, aislando aquellos componentes que son de bajo o incierto valor económico, o de difícil liquidación en condiciones de estrés financiero".

En esa línea, destacó la deducción total de activos intangibles y emisión de instrumentos híbridos -instrumentos que tienen características de deuda y de equity, como los bonos perpetuos- de filiales extranjeras.

Asimismo, propuso reglas prudenciales de concentración y al monto por el cual se reconoce el interés no controlador de entidades que consolidan con un banco, quedando condicionado al requerimiento regulatorio de las filiales.

Los instrumentos híbridos de las filiales no se reconocerán en el patrimonio efectivo consolidado del banco.

Disminución del patrimonio efectivo

La CMF estimó preliminarmente, que la nueva metodología de cálculo provocará una disminución en torno al 8% en el patrimonio efectivo del sistema bancario local, equivalente a unos US$ 3.000 millones, con información al 31 de diciembre de 2018.

Este impacto se refiere solo al numerador del requisito de capital, por lo que no se traducirá necesariamente en mayores exigencias para la banca chilena.

El efecto final dependerá de las metodologías utilizadas para el cálculo de los activos ponderados por riesgo.

La norma tendrá vigencia a partir del 1 de diciembre de 2020, sin perjuicio de las disposiciones transitorias que la misma contempla.