Banca & FinTech

Informe del sector agrícola revela difícil momento con la banca: menos créditos, más exigencias y sin programas especiales de financiamiento

El documento llama a la banca a tomar un mayor protagonismo en apoyar a un sector que ha salido adelante tras la pandemia.

Por: Vicente Vera V. | Publicado: Martes 30 de marzo de 2021 a las 13:29 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Un informe elaborado por AgroCapital que tiene dentro de sus socios a Benjamín Barros, Teodoro Wigodski y José Antonio Galilea, advierte un difícil año para las firmas del rubro en materia financiera.

Aunque la pandemia afectó a varios sectores de la economía, que se vieron restringidos en sus actividades, en el caso de la agricultura fue distinto y debió mantener el aprovisionamiento de alimentos a la población.

Este trabajo no estuvo exento de desafíos considerando que se debió afrontar la falta de mano de obra para la cosecha de invierno 2020 y verano 2021, problemas logísticos, además de cambios abruptos de demanda que obligaron a redireccionar el comercio exterior a mercados alternativos.

A pesar de ello, el documento critica que "no existieron planes de salvatajes gubernamentales exclusivos para la industria agrícola".

El documento alerta que, a pesar del rol de BancoEstado con sus políticas contracíclicas en materia de préstamos en el mundo agro, "la restricción crediticia proveniente de la banca privada es un hecho".

Barros detalla que el ámbito de la fruticultura "la banca privada se frenó en seco y el único que creció en stock fue BancoEstado con un 5%, lo que evidencia la importancia que cumple esta empresa pública en el sistema, actuando contracíclicamente. Lo lamentable, es que su participación en ese mercado es marginal y generar impactos profundos a corto plazo es muy ambicioso".

En el informe se apunta que el año "se presenta con una baja disposición de la banca en apoyar al agro, toda vez que desde junio del 2020 la banca no ha aumentado su exposición en el sector, lo que está trayendo un freno injustificado sobre un rubro acíclico, ligado al comercio exterior -no a la contingencia social local-, al aumento de la demanda de alimentos a nivel global producto del crecimiento de la población y su poder adquisitivo".

Los retos financieros del mundo agrícola

Con este panorama, el 2021 no será un año fácil para el sector silvoagropecuario del país. El reporte indica que el ejercicio estará "cargado de reestructuraciones financieras y procesos de normalización de crédito".

Barros comenta que "los mayores desafíos son mantener liquidez que les permita sobrellevar las contingencias agro climáticas recientes y comerciales".

Menciona que "los agronegocios se verán enfrentados a estrechez hacia el segundo semestre, al amortizar y/o requerir más capital de trabajo. Para ellas, el desafío estará en definir y planificar estratégicamente cómo enfrentar a sus acreedores y satisfacer requerimiento de capital operacional".

El "talón de Aquiles" de la industria bancaria para atender al sector agrícola "sigue siendo las condiciones particulares del financiamiento, más que el acceso", afirma.

Rol de BancoEstado

Desde AgroCapital consideran que BancoEstado debiera tomar mayor protagonismo en la industria financiera sobre su posición en el sector agrícola: "Debiese revisar sus políticas de crédito y riesgo, en especial a las frutícolas, para efectos de convertirse en un actor relevante en la industria", dice Barros.

El informe expone que "su pesada estructura operativa y su falta de dinamismo le juegan en contra" a BancoEstado. Incluso, su administradora general de fondos podría jugar un rol más innovador, desarrollando instrumentos y estrategias complementarias que permitieran acelerar el crecimiento de los agronegocios.

Cabe recordar que cuando Antonio Walker fue ministro de Agricultura desarrolló una serie de reuniones con la industria bancaria para promover mejores políticas crediticias por parte de la banca con el sector silvoagropecuario.

Esto llevó a que BancoEstado, Banco de Chile y otras instituciones crearon gerencias especializadas para atender a este sector que representa hasta el 14,4% del PIB considerando el encadenamiento productivo.

Pero para promover mejores condiciones crediticias para el sector agropecuario, considera que "el foco podría estar en incentivar la competencia, promover la innovación financiera bancaria y no bancaria".

Propone que la ODEPA podría generar información estadística periódica que mitigue los riesgos de crédito. Del mismo modo, podría generarse información pública que promueva la entrada de actores no bancarios y hablar con inversionistas institucionales con el fin de entender qué información podría el Estado generar con el fin de que se mitiguen riesgos sectoriales.

Ante el difícil escenario para el sector, Barros recomienda a las empresas agroalimentarias "mejorar la calidad de la información que entregan a la banca. En mi experiencia, la falta de entendimiento entre las partes se traduce en spread de riesgo y restricción del crédito. La banca financiará los mejores prospectos, serán muy cautos".

Las ventajas del rubro

Consultado sobre las ventajas que tienen las compañías agroalimentarias frente a otros sectores económicos en términos de negocios para la banca, expone que "hay que entender es que la fruticultura genera mayor flujo por hectárea, y Chile podría duplicar o triplicar la superficie frutícola nacional. Ello, en términos agroindustriales, evidentemente permite crecer en valor agregado. El techo es muy alto".

Resalta que "los fundamentos del agro se han sobreexpuesto durante esta crisis: industria acíclica, dolarizada, resiliente, que otorga diversificación en el portafolio y tiene activos reales detrás".

Destaca que el país "tiene todo para avanzar y si la banca local no comparte estos fundamentos se le generará, inevitablemente, competidores. El freno en las colocaciones bancarias pavimentará la entrada de nuevos actores, especialmente no bancarios".

Lo más leído