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Raphael Bergoeing: “Para transformarnos en Canadá o Alemania tenemos que mejorar el mercado y el Estado”

El presidente de la Comisión Nacional de Productividad sostiene que se debe promover aún más la competencia en el debate de la nueva Carta Magna.

Por: Vicente Vera V. | Publicado: Lunes 2 de noviembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Foto: Patricio Valenzuela
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“Estoy bien optimista. Este proceso constitucional más que una oportunidad, es una necesidad”. Así se manifiesta el economista de centro derecha, Raphael Bergoeing, sobre el camino que se abrió en Chile tras el plebiscito del 25 de octubre para redactar una nueva Constitución.

El presidente de la Comisión Nacional de Productividad recalca que “esta discusión no sólo le va a hacer bien al país desde una perspectiva social, sino que creo que es necesaria desde los zapatos de un economista”.

Considera que el debate de la nueva Constitución es fundamental para empezar a probar un camino que va a ser “incierto, inseguro y con errores, pero que sin el cual jamás vamos a llegar al desarrollo”.

Bergoeing define a la actual Carta Magna como una “hija de la guerra fría, que surgió en la dictadura y que más bien parece un plan de gobierno más que un conjunto de reglas que convoque a todos”.

Una de las críticas que desliza a la Carta Fundamental es el exacerbado rol del Presidente de la República y del Ministerio de Hacienda en la generación de políticas públicas en la economía y la poca diversificación de la matriz productiva del país.

No obstante, matiza que la actual Constitución tuvo el acierto de otorgar una serie de reglas que permitió generar un marco de estabilidad macroeconómica que ayudó a Chile en su historia contemporánea, pero que actualmente es necesario abordar los cambios frente a la realidad que vive el país y evitar caer en la trampa de los países con ingresos medios.

Si bien se declara entusiasta del proceso constitucional, sabe que “no es la panacea (...) no significa que en la Constitución vamos a dejar plasmado el ingreso mínimo, el nivel de cobertura de salud o la calidad de la educación. Hay que bajar las expectativas y esa aura de ser milagrosa”.

Diversidad productiva

Bergoeing apunta a que la nueva Constitución es la oportunidad de Chile de saltar al desarrollo puesto que nos encontramos en la mitad de la ruta. Para ello, plantea que deberían quedar plasmadas ideas microeconómicas que impulsen un Estado moderno y un mercado competitivo, siendo estos dos los desafíos que se deben abordar.

“Para transformarnos en Canadá o Alemania tenemos que mejorar el funcionamiento de las dos instituciones principales: el mercado y el Estado”, sostiene.

Para perfeccionar el sistema económico, dice que se debe promover aún más la competencia del sistema mediante una inclusión productiva. Este proceso es vital considerando que “nos falta una clase media empresarial porque las empresas nacen chicas, se quedan ahí y no alcanzan escala. Por lo tanto, no son capaces de desafiar a las empresas grandes”.

Esto podría generar una diversificación de la estructura productiva y que ya no sean sólo las grandes empresas las que expliquen la mayor parte de la actividad económica.

Para lograr esta inclusión productiva que ayude a fortalecer una mayor competencia también “significa diversificar la estructura productiva, para que cuando los precios de los commodities cambien, nuestra economía no se vaya al suelo ni al cielo, sino que tenga una diversificación que le permita incorporarse en la estructura productiva y agregar sectores económicos”.

Descentralización

Para Bergoeing la descentralización del país es algo que no puede estar ausente en el debate constitucional: “Si tienes cosas concretas como la autonomía presupuestaria hasta cierto grado, que en Chile no existe, permite de alguna manera potenciar a las regiones y a los sectores económicos, de esa manera, se potencia a las personas que hoy día están ajenas al proceso productivo”.

La descentralización, según el economista, no sólo se trata de un punto físico, como por ejemplo desarrollar las regiones del país, sino que también del proceso de toma de decisiones.

“Cuando se tiene una economía en donde todo el peso y el poder está en el Presidente de la República, con un solo ministerio, el Ministerio de Hacienda, y el control, las decisiones económicas se toman en un solo lugar físico que es la Región Metropolitana imponiéndose a cada una de las regiones del país, se tiene una economía muy concentrada, homogénea y que tiene muy pocas posibilidades de encontrar un camino para alcanzar el desarrollo”.

Plantea que en la nueva Constitución deben quedar establecidos “contrapesos en el poder político, fortaleciendo los ministerios sectoriales, descentralizando la economía, empoderando las regiones. Todo ello es necesario para que se genere una oportunidad de descubrir nuevos caminos que nos puedan llevar al desarrollo”.

Respecto al mercado “lo que uno quiere es competencia y el Estado tiene que resguardarla”.

Añade que para que “el Estado genere confianza en los inversionistas y sea capaz de resguardar esa competencia, debe ser capaz de tener regulaciones adecuadas, que sean percibidas como justas y mejoradas cuando tienen que ser mejoradas”.

Para mejorar el funcionamiento del Estado, en tanto, menciona que es importante que sea moderno y que cuente con un sistema de evaluaciones de las políticas públicas.

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