Banca & FinTech

Repartición de dividendos 2021: auditoras plantean flexibilizar Ley de Sociedades Anónimas

Expertos de PwC, EY y Deloitte plantean la necesidad de que los directorios revisen sus políticas de repartición de dividendos considerando la situación de crisis actual, sin perjudicar a los accionistas minoritarios.

Por: Vicente Vera V. | Publicado: Martes 22 de diciembre de 2020 a las 10:51 hrs.
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En Europa recién se levantaron las restricciones de distribución de dividendos para los bancos, pero se sugirió no repartir más de un 15%.
En Europa recién se levantaron las restricciones de distribución de dividendos para los bancos, pero se sugirió no repartir más de un 15%.

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El inicio de la pandemia comenzó en medio de la celebración de diversas juntas de accionistas, cuando varios directorios ya habían establecido las políticas de distribución de dividendos, dejando poco espacio para prever los efectos económicos de la crisis.

A raíz de ello, varios reguladores del mundo flexibilizaron las normativas relacionadas a la distribución de dividendos como en Europa. No obstante, en Chile la Ley de Sociedades Anónimas establece que la repartición de utilidades debe ser de al menos de un 30% para los accionistas de este tipo de empresas.

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De cara a la repartición de dividendos del ejercicio 2020 que se realizará en las juntas de accionistas del próximo año, existe una discusión sobre modificar la Ley de Sociedades Anónimas en lo que respecta a los porcentajes de dividendos que se deben entregar.

El socio principal de PwC, Renzo Corona, recuerda que en muchos países existe la obligación de entregar un dividendo mínimo y que "nace como una fuente de protección a los accionistas minoritarios".

A pesar de ello, el socio de Servicios Legales de EY, Pedro Lluch junto con el gerente de Gobierno Corporativo y de Consultoría en Personas, Fadua Gajardo, sostienen que "sería prudente que en tiempos inciertos como los que estamos viviendo en vez de tener una política de dividendo mínimo obligatorio, se puedan ajustar al ambiente -que cada día es más cambiante- en el que se desenvuelve la compañía".

Opinión similar tiene el socio Tax & Legal de Deloitte, Ignacio Concha, indica que "las empresas siempre deben tener la flexibilidad necesaria para adaptarse, especialmente en tiempos de crisis, que es cuando surgen más dificultades y oportunidades. Existen muchas estructuras societarias distintas y ninguna restricción podrá acogerse todas".

Corona plantea que se debe ser muy cuidadoso ante los cambios legales sobre las políticas de distribución de dividendos: "Puede parecer muy lógico que en una situación como ésta hay que eliminar el dividendo mínimo y darle la posibilidad a las empresas que no distribuyan dividendos este año, pero no es tan simple. Puede afectar fuertemente el precio de las acciones".

Argumenta que cuando se promueven este tipo de ideas, mayoritariamente se piensa en los grandes controladores, "pero hay que pensar que hay pequeños inversionistas que tienen sus recursos puestos en acciones y que viven del dividendo. Cambiar esto significa una transformación importante a las reglas del juego".

Cambios con prudencia

Ante cualquier cambio legal que se quiera promover, los expertos llaman a la cautela. En EY mencionan que la distribución de dividendos es una de las políticas que más les interesa a los accionistas: "Lo que es bueno para unos no lo es necesariamente para otros, ya que hay accionistas que prefieren dividendos bajos, pero otros que compraron acciones justamente por la alta repartición de éstos. Así que se debe buscar un equilibrio que involucre a todos los actores".

Concha matiza que igualmente puede suceder en el mundo empresarial que no todas las compañías puedan estar pasando apuros económicos, sino que sus accionistas, por lo que el reparto de dividendos sería útil para ayudarlos.

"Recordemos que la misión de todo inversionista es alocar sus recursos en aquellos proyectos que sean más productivos, por lo que los dividendos repartidos por una empresa pueden usarse por los accionistas para financiar inversiones que pueden generar empleo en otros sectores y el establecimiento de restricciones limitaría esa posibilidad", señalan desde Deloitte.

Respecto al porcentaje, Corona apunta que no es una discusión binaria y no se trata de que sea cero el porcentaje de distribución de dividendo o deba ser 30%. "A lo mejor se podría estudiar un porcentaje distinto o un porcentaje inferior", manifiesta.

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