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Goldman: Mercados necesitarían una guerra o una recesión para poner fin a la baja volatilidad

La baja volatilidad lleva lleva cerca de un año instalada a través de todos los activos. El reciente repunte probablemente no se sostendrá sin un fuerte shock.

Por: Bloomberg | Publicado: Martes 4 de julio de 2017 a las 12:39 hrs.
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Se va a necesitar más que el endurecimiento de la política de los bancos centrales para poner fin a la baja volatilidad que se viene registrando desde hace cerca de un año, según Goldman Sachs. Un gran shock como una recesión o una guerra es lo que normalmente lo logra.

Ese ha sido generalmente el caso en los catorce "regímenes" de baja volatilidad similares desde 1928, al menos en los mercados bursátiles, aseguraron los estrategas de Goldman Sachs, Christian Mueller-Glissmann y Alessio Rizzi. Estos períodos en promedio duraron cerca de dos años, exhibieron breves alzas y ocurrieron cuando la volatilidad en el S&P 500 estaba en o bajo diez puntos.

Las oscilaciones han resucitado a través de todos los activos en la última semana y los inversionistas se están posicionando para un giro al alza, en parte debido a los temores de un endurecimiento de la política monetaria, escribieron los estrategas en un reporte publicado el 3 de julio. Pero un cambio de más largo plazo y sostenido no es probable a menos de que se produzca una escalada en la incertidumbre o en el riesgo de recesión.

"Las alzas en la volatilidad han sido difíciles de predecir ya que con frecuencia se producen después de eventos geopolíticos impredecibles, como guerras y atentados, o shocks económicos o financieros adversos y los denominados "desconocidos desconocidos", señalaron Mueller-Glissmann y Rizzi, basados en Londres. "Las recesiones y ciclos de enfriamiento de negocios históricamente han llevado a un régimen de alto volumen a través de todos los activos".

Goldman Sachs estima las probabilidades de una recesión en los próximos dos años en 25%.
La baja volatilidad no es inusual y tiende a surgir de un entorno macroeconómico favorable con fuerte crecimiento pero inflación y tasas ancladas, similar a un escenario de "ricitos dorados", comentaron Mueller-Glissmann y Rizzi. Los mercados vienen reflejando esta situación desde enero, con las acciones alcanzando máximos históricos, fuerte crecimiento global y decrecientes rendimientos de los bonos, dijeron.

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