A la espera de la Fed, la libra se acerca a sus mínimos desde 1985

La agenda de mañana podría desatar nuevas turbulencias en el mercado de divisas. En la misma jornada se conocerá el desenlace de las reuniones del Banco de Japón y de la Reserva Federal de EEUU. Los últimos ajustes de carteras previos a esta decisiva jornada amplían el pinchazo que registra la libra.

Los inversionistas optan por otro repliegue en la divisa británica. En su caída llega a bajar de la barrera de los US$ 1,30. En dos semanas ha pasado de superar los US$ 1,34 a acercarse a los mínimos de más de tres décadas registrados el pasado 6 de julio, poco después de la conmoción provocada por el triunfo del Brexit. La libra se hundió entonces hasta los US$ 1,12798.

El correctivo acumulado por la divisa británica desde el referéndum celebrado en Reino Unido vuelve a superar ya el 13%. La libra registró sus máximos anuales (US$ 1,5018) el 23 de junio, la misma fecha en la que se celebró la votación. La desbandada se activó sólo un día después, nada más conocerse el triunfo, inesperado, de los partidarios de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Las caídas de la libra se extienden igualmente a su cruce con el euro. La divisa comunitaria sube hoy al borde de los 86 peniques, cerca otra vez de los máximos alcanzados el pasado mes de agosto, cuando superó los 87 peniques.

Las últimas filtraciones ahondan en los problemas derivados de las negociaciones sobre el Brexit. La mayor sequía de datos macro en Reino Unido ha evitado además que la libra se beneficie de los síntomas de mejora que reflejaron los indicadores conocidos en semanas anteriores, y que avivaron el debate sobre si se habían inflado las alertas de recesión.

El rumbo prácticamente opuesto de las políticas monetarias en Reino Unido y Estados Unidos mantiene la presión sobre la libra. Salvo sorpresa, la Reserva Federal no subirá las tasas de interés en la reunión de mañana. Pero el mercado sí espera nuevas pistas que afiancen la posibilidad de un repunte antes de final de año, y más aún después del dato de IPC de EEUU publicado el pasado viernes. La inflación interanual subió del 0,8% al 1,1%, por encima de lo previsto.

Por el contrario, las firmas de inversión continúan barajando la opción de un nuevo recorte de los tipos de interés por parte el Banco de Inglaterra. La baja de tasas no es la única alternativa que estudia para hacer frente al clima de incertidumbre posterior al triunfo del Brexit. Los analistas no descartan un nuevo refuerza en su programa de compra de deuda.