La Fed y Trump hacen que el Ipsa llegue a terreno negativo

La llegada de Jerome Powell a la presidencia de la Reserva Federal (Fed) y el anuncio de Donald Trump de aplicar tarifas a importaciones de acero y aluminio, además de todos los automóviles extranjeros, han golpeado a las bolsas del mundo, y Chile no es la excepción.

Tras un 2017 récord en que el IPSA avanzó más de 34%, en lo que va del presente ejercicio el selectivo se hunde un 0,5% tras una racha bajista en la semana que lo lastró un 1,1%.

Y aunque para los analistas el buen desempeño del año anterior se debió principalmente al cambio de expectativas tras el resultado de las elecciones presidenciales, los factores que explican el plano resultado para lo que va de 2018 provienen principalmente del exterior.

Para Guillermo Araya, jefe de Estudios de Renta 4, el derrumbe comenzó apenas se supo de la llegada de Powell a la Fed. “Los mercados empiezan con un lunes negro en los primeros días de febrero, y esto se da porque él, que más que economista ha sido banquero, se estima que es de una línea muy ortodoxa en cuento a la tasa de interés o las Fed fund”, resume.

El principal temor radica en la posibilidad de ver alzas superiores a los 25 puntos base en los tipos rectores, pese a la decisión comunicada ayer por el central norteamericano (ver nota en pág. 26).

Nicolás Schild, analista de la corredora de bolsa de Banco Santander, coincide en el análisis.

“Si bien eso en el largo plazo en general es positivo, en el corto plazo cuando hay dudas de la velocidad con que se hará, sí genera algo de ruido”, detalla.

Dicho factor “le pegó al S&P y Chile no quedó exento de eso”, remarca.

A todo esto se suman los vientos de guerra comercial.

Sin embargo, para ambos las perspectivas para el indicador son positivas. Mientas Renta 4 estima que cierre el año en 6.500 puntos, Santander lo ve en un rango entre las 5.900 y 6.200 unidades. Ayer cerró en 5.535 puntos.

“La historia sigue bastante buena y podrían venir algunas correcciones al alza en las estimaciones de utilidades, siguiendo con lo que hemos visto con las expectativas para el PIB en los últimos tres meses”, sostiene Schild.

“El año igual va a ser bueno pero será uno mucho más volátil de lo que se esperaba”, dijo Araya.