Pensiones

Alejandro Ferreiro: “No podemos financiar aumentos significativos sin tener la certeza de que podemos sostener ese pago”

El extitular de la Superintendencia de Pensiones, remarca que el problema de las bajas jubilaciones se debe al nivel de ahorro y no de a las AFP.

Por: Constanza Ramos T. | Publicado: Martes 19 de noviembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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El exsuperintendente de Pensiones, Alejandro Ferreiro, entra al debate sobre la reforma previsional y advierte que si se desea robustecer al Pilar Solidario, se debe hacer evitando incentivar que las personas dejen de cotizar.

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Cercano a la Democracia Cristiana y director de la aseguradora Confuturo, critica el largo tiempo que los políticos se demoraron en dar luz verde a un proyecto que perfecciona el sistema de pensiones. “El desprestigio de la política no tiene que ver tanto con sus remuneraciones o privilegios, tiene que ver también esencialmente con la percepción de la gente de que los problemas no se resuelven, que se eternizan en el Parlamento”, cuestiona.

-El viernes pasado se aprobó la indicación que busca subir en 50% la Pensión Básica Solidaria (PBS) vía la Ley de Presupuesto 2020. ¿Qué le parece?

-Corregir la pobreza en la vejez debiera tener como monto el equivalente a la superación de la línea de la pobreza, por lo tanto, es correcto el planteamiento en régimen. La pregunta ahora es, ¿cuál es la máxima velocidad con que responsablemente se puede asumir esto? Probablemente el gobierno tiene que hacer cálculos, porque no solamente hay una agenda social, sino que también una de reconstrucción. Tiene sentido pensar en una gradualidad que permita llegar al equivalente de un ingreso que permita superar la pobreza, pero de acuerdo a las capacidades que el Fisco tenga de financiarlo.

-¿Ve algún riesgo para el sistema?

-Es muy importante preservar incentivos para la cotización. Si una persona se autofinancia una pensión de $ 180 mil, habiendo cotizado 20 años, cosa que es posible que ocurra, y mira que al lado alguien recibe $ 160 mil, no habiendo cotizando nunca, tendremos un tremendo problema de incentivos a cotizar.

Probablemente las personas, con razón, dirán qué sentido tiene haberme esforzado 20 años, si con cargo a mi ahorro logro financiar una pensión muy parecida a la que el Estado le pagó a quien no cotizó nunca. Podemos enfrentarnos al dilema de que muchas personas se vean forzadas a abandonar el esfuerzo de ahorro individual porque sienten que la pensión a la que acceden ahorrando no es demasiado distinta que la que el Estado garantiza sin ahorrar.

El Aporte Previsional Solidario (APS) es algo que se debe mantener, no sólo la PBS, para que la clase media sienta que el sistema premia su esfuerzo. Cuando se definan las reglas del juego, hay que ser muy cuidadosos en generar los incentivos correctos del largo plazo.

Lo que no podemos hacer es financiar aumentos tan significativos de las pensiones básicas sin tener la certeza de que podemos sostener ese pago en el largo plazo. El costo fiscal asociado a la PBS será inversamente proporcional a la suficiencia del ahorro obligatorio; mientras más débil sea el segundo pilar contributivo, mayor será la carga fiscal.

-¿Cuál es su visión general de cómo se está llevando la reforma?

-A estas alturas me parece que lo esencial es que esa reforma, que aumenta la fortaleza del pilar contributivo -ya sea incrementando el ahorro de las cuentas individuales o generando formas de solidaridad que aumentan las pensiones autofinanciadas- se apruebe.

Si el debate político se concentra exclusivamente en la mejora del Pilar Solidario y nos olvidamos de mejorar las pensiones contributivas, vamos a tener un doble problema. El riesgo es que la disposición política de algunos actores de aprobar la reforma disminuya; porque de alguna manera ya está en el bolsillo la mejoría de la PBS.

El gobierno se ha abierto a considerar las mismas fórmulas que la oposición ha estado reclamando durante mucho y llamaría la atención que en torno a esa disposición a aceptar esas propuestas, no seamos capaces de llegar a un acuerdo relativamente pronto.

-Una de las consignas más visibles de la crisis social es la crítica hacia las AFP. Sin embargo, en la reforma no hay cambios adicionales a la industria...

-El problema que tenemos hoy son las bajas pensiones. No creo que las AFP sean en sí mismas responsables de las bajas pensiones. Son responsables de administrar el ahorro que les llega vía cotización y lo han hecho razonablemente bien. Es difícil argumentar que la razón de las bajas pensiones está en la gestión de las AFP.

La fuente del problema es que hemos ahorrado poco y cuando pasa esto en cualquier sistema, es imposible tener buenas pensiones.

-¿Cómo ve la posición de la actual ministra del Trabajo?

-Así como el ministro Briones ha sido extraordinariamente lúcido y eficaz en conseguir consensos en torno a la reforma tributaria y presupuesto, esperaría que la ministra Zaldívar y el gobierno junto con sectores de la oposición logren acuerdos equivalentes en el ámbito previsional. El desprestigio de la política no tiene que ver tanto con sus remuneraciones o privilegios, tiene que ver también con la percepción de la gente de que los problemas no se resuelven, que se eternizan en el Parlamento. Nos demoramos mucho en pasar del diagnóstico a la solución, en materia previsional hace ya mucho tiempo que tenemos diagnóstico, comisiones, proyectos de ley y todavía no se resuelve. Es el momento de demostrar que la política no es estéril.

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