Capitales y banderas
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Señora Directora:
Ante el anuncio de venta de CGE a la sociedad de capitales chinos State Grid International Development Limited (SGID), diversos actores reaccionaron por esta nueva gran inversión de capitales chinos.
Llama poderosamente la atención que los mismos grupos políticos que suelen protestar y vociferar por la “nacionalización” de los recursos naturales, servicios básicos e inversiones en infraestructura, guarden silencio cada vez que el inversionista es chino. ¿Por qué sería tan malo para Chile y su “soberanía económica” la existencia de concesiones de infraestructura de capitales europeos y no tendría esta misma connotación la inversión de capitales chinos en la distribución de un servicio público como la electricidad?
En este sentido, queda en evidencia que la demanda por eliminar a actores privados de cada vez más sectores productivos no se construye sobre criterios económicos, sino que, por el contrario, solo se sustentan en criterios políticos.
En efecto, para estos sectores las inversiones extranjeras se evalúan como “imperialistas” o “cooperación” en función de una suerte de afinidad ideológica, y no desde una perspectiva económica propiamente tal. Este acontecimiento concreto desnuda que la pretendida aproximación “económica” de ciertos sectores políticos del mundo de izquierda no es más que una aproximación política, y que por tanto es legítimo ser mucho más escrupulosos a la hora de evaluar el mérito de sus propuestas económicas.
Alvaro Iriarte
Director de Contenido del Instituto Res Publica
