Cartas a la Directora

Cables bajo tierra, por favor

Señora Directora:

Es urgente hacer algo con el cableado y postes en Santiago. Primero fue visto como una contaminante visual, lo que hoy se ha transformado en un problema serio que derivó en cortes de luz hace un par de semanas.

Actualmente en Chile, el nivel de soterramiento de la red no supera el 20%, lejos de naciones desarrolladas como Holanda, donde el 100% del tendido es subterráneo, o Reino Unido (81%).

Desde la perspectiva del desarrollo, es una problemática que ha tomado importancia en los últimos años. Llama la atención, principalmente, porque los espacios urbanos han tenido mejoras sustanciales en distintas facetas, salvo en ésta.

Esta es una discusión país y debemos buscar las alternativas para financiar algo que se ha transformado en materia de política pública.

Julio Barrales
Gerente Comercial de DRS Ingeniería y Gestión

Desincentivo a comercializar la ciencia

Señora Directora:

La creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología es una buena noticia para el mundo científico y el país; tanto así, que en las últimas semanas se han reunido distintos actores relevantes -investigadores, gestores tecnológicos, entidades de gobierno y empresarios, entre otros-, para abordar este tema e instalar a la ciencia en la agenda país.

Esto, a pesar del artículo 9, que deja al Estado en una posición de prestamista para los investigadores.

Lamentablemente, dicho artículo nos cambia las reglas del juego y es, para todos los entendidos en la materia, un desincentivo a la comercialización de la innovación basada en ciencia, que es lo que actualmente están generando los centros de investigación y universidades del país.

La investigación científica debería ser considerada un pilar fundamental para el desarrollo nacional, tal como la salud y la educación. Sólo un ejemplo: Israel decidió hace 40 años incorporar la ciencia en sus políticas de Estado, lo que permitió que un país de ocho millones de habitantes, en intermitente conflicto bélico y sin recursos naturales, se convirtiera en una potencia tecnológica.

Chile también podría ser una potencia científica, pero existe la creencia y confusión de que la ciencia es un gasto para el país, y no una inversión que resuelva muchas de las necesidades de la sociedad.

Anil Sadarangani
Director Oficina de Transferencia Tecnológica y Licenciamiento, U. de los Andes

Elijamos sin sellos, pero mejorando la calidad

Señora Directora:

En julio comenzará a regir la segunda fase de la Ley de Etiquetado Nutricional de Alimentos en Chile (Ley nº20606), y las empresas que comercializan productos procesados y envasados tendrán que ajustarse a los nuevos límites máximos de nutrientes críticos de sodio, azúcar, grasas saturadas y calorías que instaura el reglamento de la Ley de Alimentos y Publicidad, que entró en vigencia en 2016.

De acuerdo a datos entregados por el Minsal, tres cuartos de la población chilena tienen sobrepeso u obesidad. Frente a cifras como ésa, parece justificado por parte del gobierno iniciar una guerra contra la comida chatarra y poco saludable.

Debemos trabajar fuertemente en que los productos sean con la etiqueta lo más limpia posible. No sirve de nada si es que la composición del alimento sigue siendo a base de químicos y colorantes, pero está libre de etiquetas. La ley debe buscar que se mejore la calidad de los alimentos y la industria tiene que ir un poco más allá con la composición de lo que comemos, no basta con solo sacar el azúcar o agregar “algo”” para bajar las calorías.

Franco Masardo
Gerente General BiJelti