Descarbonización, desalación y reactivación económica
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Señora Directora:
A propósito de la autorización para el cierre de Bocamina I, el gobierno llamó a “acelerar” el proceso de descarbonización de nuestra matriz energética. Lo anterior depende de la inversión de las generadoras para construir centrales renovables y, por otra parte, el cierre de las centrales a carbón impacta en el empleo de las comunidades. A esto se suma la megasequía que afecta a Chile desde hace años.
La descarbonización, sequía y generación de empleo se deben abordar a través de una política de desalación que fomente la reconversión de las instalaciones en las plantas termoeléctricas que se quieren sacar de operación, cambiando el carbón por plantas desaladoras que atraigan inversión y creación de empleos.
La dificultad para las desaladoras es trasladar el agua a su destino final, pero al crear redes de transporte de agua desalada, la situación cambiaría. El Estado podría licitar la construcción de dicha red entregando concesiones para construir una infraestructura a mayor escala. También se pueden generar incentivos para que parte del agua la administre el Estado y así asignarla, por ejemplo, a comités de agua rural.
Considerando la experiencia de nuestro sistema de concesiones y la regulación en áreas como la eléctrica, sumar la descarbonización con la desalación sería un gran impulso para el país.
Luciano Cruz Morandé
abogado socio del estudio jurídico Arteaga Gorziglia
