Descentralización: expectativas y contradicciones
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Señora Directora:
Chile se divide administrativamente en 16 regiones, pero es uno de los más centralizados de la OCDE. En los últimos días, vientos de esperanza han surgido con la elección, por primera vez de forma democrática, de los gobernadores regionales, quienes entre otras funciones podrán formular políticas de desarrollo, estrategias y proyectos para su región, bajo la aprobación de los consejeros regionales (CORE).
Los beneficios de la descentralización han sido ampliamente estudiados, ¿pero realmente lograremos una descentralización real, con autonomía regional de acuerdo con sus necesidades y recursos, su pluralidad cultural-étnica y geográfica existentes?
Países referentes en cuanto a alta descentralización -como Suiza, Canadá, Estados Unidos y Australia- ocupan altos puestos de libertad económica, según el índice Heritage, y con un gasto público que en general no supera el 35% del PIB. Sin embargo, en Chile una parte no menor de la población es afín a limitar las libertades económicas, concentrar la toma de decisiones y servicios en un estado cada vez más grande con aumento del gasto público, sin reparar en la eficiencia de la asignación de recursos.
¿Acaso esto no es contradictorio con la receta de países exitosos en descentralización y bienestar de sus habitantes?
Gerson Peña
Académico Escuela de Agronomía Universidad de Las Américas
