Cartas

Fijación de precios: la herramienta y el fin

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Señora Directora:

En su carta del 17 de junio, el economista Félix Berrios señala que es una mala idea fijar precios, llegando a señalar que ello es una pésima idea y que ha demostrado tener efectos muy nocivos cuando se lleva a cabo.

Al respecto, no hay que olvidar que la fijación de precios es una herramienta más al servicio de fines determinados. El problema, entonces, no es la fijación de precios en sí misma sino los fines a los que sirve.

Ciertamente, empleada con fuerza ley, puede ser una muy perjudicial herramienta que termina no solamente destruyendo mercados sino, al final del día, perjudicando el bienestar de las personas. Pero, empleada adecuadamente y donde es necesario –por ejemplo, frente a monopolios naturales– genera efectos virtuosos tanto para el mercado como para las personas.

En el contexto actual, donde se acusa a la economía, como ciencia y sistema, de ser per se un obstáculo para el bienestar de las personas es indispensable aclarar, cada vez que sea necesario, que lo realmente nocivo son las malas ideas políticas y no el conjunto de herramientas que la economía entrega para fijar las reglas del juego en un determinado mercado.

Juan Ignacio Gómez Corvalán

Abogado

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