Cartas

Frágil reputación

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Señora Directora:

Sobre la crisis en Osorno tras las negligencias de la empresa Essal, al pensar en agua potable damos por sentado que estará siempre limpia y disponible, pero basta que una mancha la contamine para que el servicio deba ser suspendido.

Análogamente, al reflexionar sobre la reputación de una empresa o cualquier organización sometida al escrutinio público (¿y cuál no lo está?), vemos que puede permanecer intachable por mucho tiempo, pero como el agua, una mancha puede destruirla en segundos.

Nicolás Ibieta Illanes
Consultor en Comunicación y Asuntos Públicos

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