Hidrógeno verde, ¿qué nos jugamos?
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Señora Directora:
Hemos visto cómo toma fuerza el optimismo por el hidrógeno verde en Chile, oportunidad que podría transformarnos en la próxima "potencia" del combustible del futuro.
Esto me recuerda el cuento de "La Lechera", que de niño escuché. Era sobre una niña que ordeñó su vaca, puso la leche en un cántaro para transportarla y mientras caminaba al mercado, pensaba qué haría con el dinero de la venta. Pero de pronto tropezó, el cántaro se rompió y la leche se derramó en el suelo.
No olvidar que Chile ha tenido similares oportunidades con el litio y la geotermia, pero éstas se han "derramado". Tenemos un litio de calidad mundial y una extraordinaria radiación solar. Desafortunadamente, tenemos un marco legal añejo que impide otorgar concesiones de litio a privados, desincentivando la inversión extranjera.
En el caso de la geotermia, estudios del Consejo Geotérmico confirman un potencial de 2100 MW; sin embargo y pese a una ley del año 2000, el Estado de Chile no ha contemplado beneficios para motivar la inversión privada en exploración y a la fecha sabemos sólo de un proyecto en funcionamiento.
Hagamos del hidrógeno verde una oportunidad para la inversión, el empleo y la descarbonización. Cuando recién pensamos en un proyecto piloto en Magallanes, con estupor he leído a un parlamentario que ya trabaja en un proyecto de ley para "declarar el hidrógeno verde un bien nacional de uso público" y otros ya esbozan impuestos especiales.
Es urgente contar con un marco regulatorio moderno y ágil que respalde la inversión en Chile. Ojalá que el futuro del hidrógeno verde no tenga un final como el cuento de "La Lechera".
Jose Ignacio Merino Gerlach
Abogado, ex Fiscal de COCHILCO
