Impuesto a altos patrimonios, ¿o "doble tributación"?
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Señora Directora:
La Cámara de Diputados acaba de aprobar un proyecto de resolución que pide al Presidente de la República enviar al Congreso un proyecto de ley que cree un impuesto patrimonial de 2,5% a los patrimonios superiores a los US$10 millones para financiar la renta básica de emergencia. El denominado "impuesto a los súper ricos".
La regla general es que los tributos graven las rentas, vale decir, las ganancias o incrementos de patrimonio que los contribuyentes hayan experimentado en un determinado periodo. Este proyecto, en cambio, busca gravar con una tasa de 2,5% la integridad de los bienes de las personas, pudiendo representar hasta el 100% o más de las rentas que percibe el contribuyente, lo que la convierte en una medida desproporcionada e incluso confiscatoria.
Muchos de estos patrimonios consisten en bienes raíces o activos alternativos de lenta realización, además castigados por la contingencia, lo que genera un detrimento adicional.
Por si no fuese suficiente, se configura eventualmente una situación de doble tributación en el caso que el contribuyente deba retirar o distribuir utilidades, las que además deberán tributar.
Preocupa que los firmantes del proyecto no hayan evaluado los efectos de su petición, haberse informado acerca de la nula viabilidad jurídica (pues trasgrede un par de garantías constitucionales), y -más grave aún- desvía recursos y esfuerzos de los congresistas que necesitamos para asuntos vitales y urgentes, en vez de perder tiempo en discusiones inconducentes.
Cristián Mena
Socio de Mena Alessandri & Asociados
