Infancia: el rostro olvidado de los migrantes
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Señora Directora:
La Organización Internacional para las Migraciones indica que existen más de 258 millones de migrantes en el mundo. Una de cada 30 personas es migrante.
En Chile se ha dado un aumento explosivo de la migración, situación que ha generado gran debate respecto entre lo que es y no es ayuda humanitaria. Pero desde cualquier Estado, en esta materia se debe considerar no sólo el hecho de cómo dar asilo, ya sea transitorio y/o permanente, sino que también cómo se sostiene dicho acto a nivel de sociedad.
Es en este punto en donde podemos observar un quiebre en materias de infancia, porque contamos con una mirada adulto-centrista, y la resolución de la necesidad "básica" que se busca cubrir se da desde ese mismo enfoque.
La experiencia internacional señala que los contextos de migración suponen un estrés adicional para las familias, por la pérdida de referentes y apoyo social, además de criar niñas y niños bajo parámetros culturales del país receptor. Cuando no se logra integrar las pautas de crianzas, los cuidadores tienden a sentirse poco competentes en su rol y tomar una actitud pasiva, con importantes consecuencias.
Es así que algo tan natural como conocer la cultura, historia y costumbres de su familia, si ésta es migrante, puede convertirse en un punto de conflicto para los niños y niñas, generando un quiebre en el vínculo esencial de todo ser humano: en su propia familia.
Es por lo anterior que como sociedad nos debemos preguntar qué estamos haciendo para prevenir que quiebres tan profundos como el mencionado puedan ocurrir en niños y niñas que viven hoy en Chile, sin importar su procedencia.
Alejandra Fuenzalida
Directora ejecutiva de United Way Chile
