Cartas

La lógica de incentivar las desaladoras

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Señora Directora:

El Ministerio de Obras Públicas informa que este será uno de los años más secos de la historia y las proyecciones de la Actualización del Balance Hídrico de la U. de Chile para el período 2030-2060 señalan que las lluvias pueden disminuir en un 50%.

Las leyes no pueden hacer llover, pero pueden generar instrumentos para invertir en una solución. Un ejemplo es el proyecto de ley sobre desaladoras que está en el Senado (Boletín N° 11.608-09), que busca dar calidad de bien nacional de uso público a las aguas que resulten del proceso de desalación y otorgar una concesión a los proyectos para esa tecnología.

La inspiración de la iniciativa se interpreta más como una restricción al uso de las aguas resultantes de la desalación y para generar más cargas a los desarrolladores. Sin embargo, con algunos cambios podría transformarse en una ley que sea un real incentivo a la construcción de nuevas desaladoras y una solución a la sequía. Entre ellos, dar seguridad jurídica a las plantas ya construidas y a las futuras mediante una protección sobre la nueva concesión, y que esa misma concesión tenga la fuerza para constituir servidumbres forzosas sobre los predios que serán gravados con los acueductos por los que se transportará el agua hasta los puntos de consumo (tal como se hace en materia eléctrica o minera).

Al ser un país tan delgado, Chile tiene una geografía ideal para utilizar las desaladoras como su más importante fuente de suministro de agua.

Winston Alburquenque

VGC Abogados

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