Sombras y luces del 21 de mayo

Andrés Sanfuentes

El Mensaje del presidente Piñera puso el énfasis en los méritos de su gestión, pero evitó mencionar sus carencias, especialmente el contexto en que se ha desarrollado.

- En su programa no prometió grandes reformas, sino una mejor gestión pública, pero ha resultado su mayor insuficiencia.

- Se enfrentó con el 27F, pero ha tenido la habilidad de transformarlo en una oportunidad para enfrentar materias imprevistas, sin desviarlo de su proyecto original.

- Para realizar una parte de sus tareas contó con recursos financieros provenientes del precio del cobre y de la tributación.

- Hay un continuismo en los logros, aunque escasos reconocimiento a la obra de los gobierno anteriores especialmente de Bachelet, lo cual no resulta extraño.

A pesar de la crisis del sistema político, fue el gran ausente del discurso, en materias como las reformas constitucionales, el sistema electoral, incluido el binominal, el “lobby” y los conflictos de intereses. Así pudo reflejar a Chile como un país ideal, que progresa, en que el sistema político funciona sin problemas, a pesar de la evidente insatisfacción de la ciudadanía con el gobierno y la oposición. El gran avance fue la aprobación del voto voluntario.

La Modernización del Estado es un tema pendiente del gobierno y entre los anuncios que no alcanzará a implementar estarán la futura Contraloría, el Ministerio de Alimentos y la elevación de rango a Cultura y Deportes.

El presidente puso énfasis en el crecimiento y el empleo, su principal logro, aunque sus comparaciones con el gobierno anterior carecen de clara legitimidad, por la crisis externa que debió enfrentar. Intentó responder a la crítica que parte del mayor empleo creado es precario, pero no ahondó en las reformas laborales, una de las áreas más débiles en estos tres años.

La concentración productiva no estuvo en la agenda, aunque conspira contra el futuro económico, pues la falta de competencia constituye una traba a la aparición de nuevos sectores dinámicos. La debilidad en los avances en Ciencia, Tecnología e Innovación, a causa de la disputa institucional agrava la situación, así como el atraso en el programa de Capacitación, sólo anunciado después de varias postergaciones..

Debe destacarse la importancia adquirida por la defensa a los consumidores, siempre olvidados a pesar de los abusos cada vez peores. 
Las políticas sociales ocuparon un desarrollo central especialmente en Educación y Salud. En Educación Superior no hubo nuevos anuncios, aparte del apuro por aprobar los proyectos de ley de Acreditación y Superintendencia, cuando eso depende de las urgencias que determine el Ejecutivo. El anuncio de la futura obligatoriedad del Kinder tiene una importancia más bien simbólica, ya que cerca del 90% ya asiste a ese nivel.

En Salud continúan las contradicciones del gobierno, que se debate entre robustecer al sector privado y mejorar la gestión pública. Es rescatable el anuncio de incorporar algunas prestaciones dentales a los programas oficiales, ya que es una carencia en los sectores más desprotegidos.

El bono para el tercer hijo es una de las propuestas más risibles de los últimos años, no sólo por su populismo. Sería ineficaz como estímulo demográfico, pues no modificaría tendencias existentes de largo plazo y con efectos negativos para la población más pobre ¿A quién se le ocurrió? ¿Tantauco?
El ingreso ético familiar estableció un aporte interesante al incorporar las transferencias condicionadas, similar a los programas ya vigentes en Brasil y México, pues los recursos se entregan por períodos decrecientes y los destinatarios deben cumplir ciertos requisitos.

Entre los valores resaltados por el presidente debe destacarse la necesidad de revertir la tendencia negativa que resalta sólo los derechos ciudadanos y no los correspondientes deberes y obligaciones.

El presidente Piñera suele soñar despierto; también parece sufrir algunas pesadillas; entre ellas, la peor parece ser Michele Bachelet.