APEC 2019: una vitrina para el turismo

Ricardo Margulis

En el cierre del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC 2018) que se desarrolló en Papúa Nueva Guinea, el Presidente Sebastián Piñera aprovechó de dar a conocer el video, logo y lema oficial del encuentro que el próximo año se realizará en Chile por segunda vez, justo cuando se cumplen 30 años desde la creación de esta importante instancia de integración multilateral.

Según el propio gobierno, el foco del encuentro estará puesto en obtener resultados y compromisos concretos para sectores que no se han visto tan beneficiados por la apertura y la liberalización comercial, incluyendo a las pymes. Se trata de un foro que no sólo representa la oportunidad para el país de potenciar los vínculos con las otras 20 economías que forman parte de la APEC, sino que además es una excelente vitrina global para promover a Chile como destino turístico y para atraer inversiones vinculadas a esta actividad.

De hecho, se espera que lleguen alrededor de 20 mil personas a las cerca de 200 reuniones entre encuentros ministeriales, de altos representantes, grupos de trabajo empresariales, talleres y la cumbre de líderes. Encuentros que se realizarán en Santiago y regiones, permitiendo que otras zonas del país se proyecten al mundo y sean beneficiadas con los ingentes ingresos que dejará la cumbre.

El bloque económico es importante para Chile, porque representa en la actualidad un intercambio comercial de 70 mil millones de dólares, que para un sector como el turismo —que es el cuarto en importancia a nivel nacional en términos de exportación de bienes, y el primero en exportación de servicios— supone una plataforma de desarrollo de gran potencial, con mercados que son de alto interés y atractivo, considerando que muchos de ellos son destinos lejanos, que por lo general registran mayor estadía y gasto por visitante que los turistas de mercados cercanos.

La APEC es sin duda un evento de enorme promoción que se debe aprovechar al máximo para atraer, precisamente, a los visitantes que provienen por lo general de destinos muy turísticos y competitivos, como son Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Tailandia, por mencionar algunos.

Aprovechar las oportunidades que surgen de la organización de un evento de esta magnitud y alcance supone dejar una buena impresión a los asistentes. Esto conlleva desafíos que en gran medida nuestro país está en condiciones de asumir satisfactoriamente, como por ejemplo, la capacidad hotelera y la calidad de la misma, la conectividad y la seguridad pública.

Pero hay otros aspectos, como la infraestructura aeroportuaria, que estarán puestos a prueba durante el evento, y que resultan significativos para el buen recibimiento de las delegaciones y para la imagen país. Como industria también debemos mejorar en capital humano, capacitación y hospitalidad si queremos ser competitivos frente a los otros mercados turísticos que forman parte de la APEC, potenciando las ventajas comparativas y particularidades que tiene Chile como territorio.

Somos una industria que en los últimos 15 años —desde que se realizó por primera vez la APEC en Chile— ha tenido un crecimiento superlativo, cuadriplicando, por ejemplo, la llegada de turistas y la generación de divisas, entre otros logros. El objetivo es continuar avanzando para transformar a Chile en un destino de clase mundial y convertirnos, en un plazo corto, en el tercer sector económico del país.