Claudio Soto

Qué esperar de las negociaciones entre China y Estados Unidos

Claudio Soto Economista jefe Banco Santander

Por: Claudio Soto | Publicado: Lunes 25 de febrero de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Claudio Soto

Claudio Soto

La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha sido una de las principales preocupaciones económicas. Las medidas y contramedidas aplicadas por ambos países han tenido impactos concretos en el comercio global y generado incertidumbre, afectando la inversión, el crecimiento y el precio de las materias primas.

Las tensiones alcanzaron un punto máximo en septiembre pasado, cuando el gobierno norteamericano anunció que en enero elevaría los aranceles hasta 25% para bienes importados desde China, equivalentes a 200 mil millones de dólares. A partir de ese anuncio, las relaciones han comenzado a distenderse. En la última reunión del G20, ambos gobiernos acordaron iniciar negociaciones para evitar la escalada proteccionista, y EEUU postergó el alza de aranceles.

Imagen foto_00000002

Los incentivos para China de mantener los flujos comerciales abiertos son claros. Su estrategia de desarrollo se basa precisamente en la apertura al comercio y en aprovechar sus ventajas comparativas. Por su parte, Washington resintió el impacto que el conflicto comercial había generado en las perspectivas de crecimiento y los mercados financieros. Además, la victoria de los demócratas en la Cámara de Representantes y las próximas elecciones presidenciales motivaron al Presidente Trump a lograr un arreglo con China y así cerrar un foco de conflicto.

En los últimos días, las señales apuntan a un entendimiento. Los principales puntos de acuerdo se darían en materias comerciales. Sin embargo, algunos reportes de prensa señalan que también podría haber compromisos en áreas estratégicas para China, como transferencia tecnológica, propiedad intelectual y comercio de servicios.

Dada la complejidad de los temas, es posible que EEUU retrase la entrada en vigencia del alza de los aranceles para dar tiempo a las tratativas. Además, si finalmente se logra un acuerdo, es probable que las tarifas ya impuestas tiendan a reducirse conforme ciertos hitos van cumpliéndose.

Los mercados han reaccionado favorablemente. Las bolsas globales han tendido a recuperarse –apoyadas también por el giro en la política monetaria de EEUU— y los precios de las materias primas han subido. Destaca el aumento en el precio del cobre, que pasó de cotizarse en torno a 2,65 dólares la libra en enero a más de 2,9 dólares la libra a fines de la semana pasada. Estas son buenas noticias que, de persistir, ayudarían a una mejora en la confianza y podrían incidir en las perspectivas de crecimiento global para este año.

A pesar de ello, el camino sigue pedregoso. La visión mercantilista y la preocupación de Trump por los déficits comerciales permanecen, y el desbalance comercial con China ha continuado ampliándose. Por lo mismo, no es descartable que la retórica proteccionista vuelva a emerger, en particular una vez que Trump haya cerrado algunos de sus flancos políticos internos. De hecho, en los últimos días ha surgido la preocupación de que su gobierno pueda imponer aranceles a los automóviles europeos por motivos de seguridad nacional. Por otra parte, las posibilidades de lograr acuerdos satisfactorios en los temas más sensibles para China, como propiedad intelectual, son bajas.

Si bien aún no hay acuerdos concretos, los últimos trascendidos respecto de la guerra comercial son alentadores. Con todo, esto seguirá siendo una fuente de tensiones. Mal que mal, las posturas antiglobalización son hoy mayores que hace algunos años.

Lo más leído