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Comercio electrónico y centros comerciales

Katia Trusich Presidenta Cámara Chilena de Centros Comerciales

Por: Katia Trusich | Publicado: Martes 13 de marzo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Katia Trusich

La llegada del comercio electrónico, su rápida inmersión y sostenido crecimiento, tanto en el extranjero como en Chile (4,5%, de acuerdo a la Cámara de Comercio de Santiago), se ha visto como una amenaza para el comercio tradicional. La revolución tecnológica que actualmente permite buscar, comparar y adquirir bienes y servicios a través de internet, promete seguir desarrollándose exitosamente, pero no significa el término de la experiencia de compra física, menos de los centros comerciales. ¿Por qué?

El sociólogo Rodrigo Salcedo, autor del libro “Los malls en Chile, 30 años”, describió tres argumentos absolutamente vigentes sobre el éxito de este modelo de negocios en Chile. Primero, la competitiva oferta de tiendas, productos y servicios de los centros comerciales, provocó una transformación cultural y un abandono de muchos otros tipos de comercio. Segundo, la escasez de parques y buenos espacios públicos, movilizó a las personas hacia estos recintos que conmúnmente ofrecen lugares de esparcimiento.

Tercero y unido a lo anterior, los lugares de entretención y cultura también se han trasladado a los centros comerciales, que actualmente concentran las más importantes cadenas de cine, además de salas de teatro y auditorios para otro tipo de espectáculos.

¿Se puede considerar el e-commerce como un riesgo para el sector? Más que una amenaza, el comercio electrónico constituye una oportunidad para los centros comerciales en avanzar hacia un consumidor mucho más sofisticado. Un ejemplo concreto es la reciente inauguración de las nuevas librerías físicas de Amazon.

Actualmente en Chile existen más de 150 malls, de diferentes características y tamaños. Muchos de ellos varían de acuerdo a los lugares donde están emplazados, incorporando las necesidades de las zonas y sus comunidades. Pero en general, a la oferta comercial se suma la de servicios, la cultural y gastronómica. Este modelo de negocios 100% chileno ha sido replicado en varios países de Latinoamérica y proyecta que, solo en Chile, en el año 2020 habrá un millón de metros cuadrados más de centros comerciales.

Esa auspiciosa proyección plantea incorporar crecientemente al nuevo consumidor y a las comunidades, labor que comenzó hace algunos años, pero significa un desafío constante. Más allá del comercio electrónico, el consumidor actual es más informado, más empoderado y exigente, conoce sus derechos, le importa el medio ambiente y no tiene tanta paciencia. Su decisión de compra depende de varias variables, tantas como estilos de vida. Cómo leer al consumidor actual constituye un desafío para la mayoría de las empresas, pero también un tema para debatir y pensar en el futuro.

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