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Compliance: más allá de la mirada legal

Germán Heufemann Director Curso Compliance U. Adolfo Ibáñez

Por: Germán Heufemann | Publicado: Miércoles 11 de octubre de 2017 a las 04:00 hrs.
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El Compliance se asocia a las labores propias del oficial de cumplimiento, figura que al alero de la ley que establece la Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, se encarga de reportar operaciones sospechosas y de coordinar políticas y procedimientos de prevención y detección de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.

Sin embargo, Compliance no es sólo cumplimiento legal, ni sólo gestión de riesgos, sino que principalmente creación de valor corporativo.

Para entender esta noción de Compliance, es necesario pasar desde la lógica de “cumplimiento y mitigar la destrucción de valor”, a la de “desempeño y promover la creación de valor”.

Para este cambio de enfoque, las empresas requieren un marco de acción que considere su realidad corporativa, y que aborde sistemáticamente los diversos riesgos y oportunidades del entorno en el que opera, incluida la adecuada comunicación de los resultados de su gestión hacia los principales agentes del mercado de capitales.

Se hace indispensable una cultura de Compliance Corporativo, que incorpore como base la mirada legal, para desde ahí identificar las materias corporativas que son relevantes para quienes realizan análisis y toman decisiones de inversión; para quienes califican y le “ponen nota” a los riesgos financieros de la empresa; para quienes evalúan los riesgos extra financieros de la empresa -como los riesgos ambientales, sociales y de gobierno- y; para quienes hacen cobertura de los buenos y malos casos en términos de Compliance desde los medios de comunicación y su impacto reputacional.

Con este enfoque holístico, ponemos el foco en el desempeño corporativo y promovemos la creación de valor, además de desmitificar la figura del Oficial de Cumplimiento como la policía corporativa.

Bajo esta figura de Compliance, los profesionales dedicados al ejercicio de esta función pasan a ser considerados como miembros vitales del equipo ejecutivo, es decir, profesionales que abarcan un amplio rango de responsabilidades y materias: cumplimiento legal, control interno, gestión de riesgos, gobierno corporativo, y ética, como mínimo.

Esta mirada no es posible sin dos requisitos esenciales: Compliance con los recursos necesarios para apoyar a diferentes áreas y a miembros del equipo ejecutivo, y Oficiales de Compliance con un alto grado de independencia.

El desafío para las áreas de cumplimiento será entonces gestionar el Compliance como enfoque de creación de valor. Esto es lo que el entorno y los tiempos que corren demandan.

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