Constanza Hube

Convención Constitucional: una partida compleja

CONSTANZA HUBE Profesora derecho constitucional UC, convencional constituyente

Por: Constanza Hube | Publicado: Jueves 8 de julio de 2021 a las 04:00 hrs.
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Se esperaba que el domingo 4 de julio pasado, nuestro país viviera una ceremonia republicana, un nuevo comienzo, un escenario en el que se diera el puntapié inicial a la Convención Constitucional que tiene por objeto proponer una nueva Constitución a la ciudadanía. Por lo que hemos visto esta semana, vale la pena dedicar algunas líneas a lo bueno, lo malo y lo feo de este comienzo.

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Partamos por lo bueno: el rol institucional que jugó la secretaria y relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares, sin duda permitió que, al menos en la sesión de instalación, se pudiera cumplir con el objetivo de ese día, cual era elegir por mayoría absoluta al presidente y vicepresidente de la Convención Constitucional. Simplemente admirable la templanza de la relatora, la que a pesar de los gritos, insultos y desórdenes provocados por los propios convencionales constituyentes, manejó de buena manera las situaciones extremadamente tensas que se produjeron durante la ceremonia.

Sigamos por lo malo, que a mi juicio estuvo marcado por los discursos de la presidenta y el vicepresidente de la Convención, ya que en vez de cumplir con su rol de dar garantías a los distintos convencionales constituyentes de una conducción imparcial de la Mesa Directiva, ambas autoridades utilizaron su rol para dar discursos reivindicadores y parciales.

Elisa Loncón dijo que era posible refundar Chile, establecer un “país plurinacional, multicultural” e instó por la libertad de los mal llamados “presos de la revuelta”. En simple, por sí y ante sí, la presidenta de la Convención decidió qué temas tenían que estar en la Constitución y a los pocos segundos de asumir ya tomaba postura respecto de un asunto que es propio de otros poderes del Estado, como son el Poder Judicial, el Congreso Nacional y el Ministerio Público.

Finalmente, lo feo sin duda estuvo marcado por las interrupciones del himno patrio el domingo, no solamente por lo que ese hecho significa en sí mismo, sino también por los niños de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles que interpretaron con profesionalismo y talento la canción nacional en medio de un ambiente agresivo, gritos, insultos y pifias de parte de las autoridades recién investidas. Lo que podría haber sido un momento de mucho orgullo para esos niños, se terminó convirtiendo en uno de incomodidad y miedo.

Lamentablemente, la Mesa Directiva no ha cambiado mucho su postura en estos primeros días de funcionamiento, no considerando propuestas presentadas el día de la instalación, no respondiendo preguntas de los convencionales constituyentes e imponiendo clausuras anticipadas de los debates.

Las expectativas que se han generado respecto de la Convención Constitucional son altas y hay que hacerse cargo de aquellas, pero para eso son necesarios el respeto y la voluntad de diálogo y acuerdos, y no buscar imponer una visión por sobre otra. En ese punto, partimos con el pie izquierdo esta primera semana. Por el bien de nuestro país, esperemos que eso cambie.

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