Contra el proteccionismo, aprobemos el CPTPP

Peter Hill

Es urgente agilizar la aprobación del Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífica (CPTPP), que hoy debería votarse en el pleno de la Cámara y el cual garantiza el acceso a una amplia porción del mercado Asia-Pacífico a economías que compiten con la nuestra en el comercio internacional. Dada su trascendencia y alcances para la inserción internacional de Chile, aprobarlo sería dar una señal contundente respecto de nuestro apoyo irrestricto al libre comercio y a la integración de los pueblos.

Las barreras al comercio y a la integración son una triste circunstancia de nuestra era, de la que estamos saliendo como civilización a través de un largo proceso en el que Chile ha jugado un rol fundamental, con su reconocido modelo de apertura internacional.

Sería muy perjudicial la existencia de un CPTPP sin la presencia de nuestro país. Hasta la entrada en vigencia de acuerdo, Chile gozaba de ventajas de acceso construidas en virtud de su agresiva estrategia de integración bilateral, una parte de las cuales se perdería en caso de que nuestro país se excluya del Tratado, considerando, además, que los siete países que lo han puesto en vigor (Australia, Canadá, Japón, México, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam) han mostrado balances positivos, tal como han manifestado las autoridades neozelandesas a partir de las cifras del primer mes de vigencia. Por ejemplo, las exportaciones de carne desde ese país a Japón se triplicaron en enero, los envíos de mantequilla a Canadá se multiplicaron por siete y las ventas de queso a México se duplicaron.

Entre los beneficios del CPTPP para la economía chilena están la ampliación del acceso a mercados externos para bienes no cubiertos por los acuerdos bilaterales vigentes y las normas relativas a las reglas de origen acordadas por los participantes. El tratado permite considerar como originarios los insumos provenientes de cualquier país del bloque, lo que permitirá a las empresas chilenas exportar productos que contienen insumos extranjeros a cualquier país del CPTPP, sin perder las ventajas arancelarias; del mismo modo, permitirá a productores locales incorporarse en forma preferente a cadenas de valor de otras empresas exportadoras dentro del acuerdo. Así es como las pymes serán las principales beneficiadas, accediendo a instrumentos efectivos para participar del comercio internacional.

El surgimiento de posiciones contrarias al acuerdo, que reivindican una mayor participación ciudadana, resulta contradictorio considerando que el camino del tratado ha tomado 18 años, a partir de la suscripción del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (P4) del que Chile fue fundador, junto a Brunei, Nueva Zelanda y Singapur. Preocupa el nivel de desinformación con que algunos sectores han argumentado en contra.

Es momento de ratificar nuestro compromiso con la integración internacional y demostrar que nuestra cultura es contraria al proteccionismo.