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Contraloría-Codelco, remedio peor que la enfermedad

Juan Carlos Guajardo Director Ejecutivo de Plusmining

Por: Juan Carlos Guajardo | Publicado: Viernes 23 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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En medio de la crisis de credibilidad y confianza en las instituciones del país, ¿quién podría decir que la intervención de la Contraloría en pos de más control en Codelco es negativa? Sin embargo es posible que después de esta crisis Chile salga más perjudicado que beneficiado, que el remedio sea peor que la enfermedad.

Es cierto que hay grupos que han presionado para beneficiarse de los grandes recursos de Codelco. Una buena parte del mundo político, varios sindicatos y un sector de las fuerzas armadas, entre otros, han entendido a Codelco como una vaca lechera y han buscado la forma de sacarle hasta la última gota. Peor aún, esta avidez se ha transformado también en miopía ya que ha evitado que el país visualice un necesario entendimiento de Codelco como una empresa que, de no ser gestionada como tal, terminará colapsando.

El gran problema de la intervención de Contraloría es que va a ahogar el probablemente último intento por lograr que Codelco sea una empresa eficiente del Estado. En 2010 se aprobó la ley de gobierno corporativo que buscó gestionarla con estándares de sociedad anónima, buscando precisamente superar malas prácticas del pasado. En los últimos años se ha intensificado el control interno avanzando hacia una gestión que inmunice a Codelco de los grupos de poder que quieren seguir ordeñándola, a la luz de lo cual resulta muy sospechoso el atentando al Presidente del directorio.

Pero si no se quiere seguir dando la oportunidad a este camino y se prefiere en cambio que el control sea al ritmo y criterio de la Contraloría, se generarán efectos que impactarán en la eficiencia de la empresa, los cuales pueden superar por mucho eventuales mejoras en el control vía Contraloría.

Suena muy bien decir que todos los contratos se liciten públicamente, pero ¿puede funcionar eficientemente una compañía minera global en este marco?, ¿gestionan así sus contratos las otras compañías mineras internacionales? La respuesta es claramente no. La práctica minera muestra que es mucho mejor para los intereses del propio Estado que en algunos casos se hagan adjudicaciones directas. La incertidumbre de la intervención de Contraloría ya está generando una parálisis en la toma de decisiones dentro de la empresa por el temor de sus ejecutivos a que sus actos sean considerados ilícitos y aún peor, el daño reputacional de Codelco es severo, lo cual hará que sea difícil que los mejores ejecutivos trabajen en la empresa, afectando su competitividad.

El problema de Codelco no es la falta de control de Contraloría. El problema de Codelco sigue siendo la falta de entendimiento que tiene Chile de cómo gestionar una empresa minera del Estado de manera eficiente y dando garantías a todos. El nuevo gobierno corporativo de 2010 puede y debe mejorarse, pero es el único camino para conciliar una empresa pública estatal con estándares de eficiencia y probidad. De no consolidarse esta vía, caben dos opciones: la privatización, para que el interés de uno o más accionistas evite la captura corporativa de grupos de interés o la lenta agonía hacia una nueva Enacar, al restringirse la gestión de la empresa atándola de pies y manos con cada vez más rasgos de servicio público.

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