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Corre que te pillo, emprendedor

Camila Sánchez Directora de Emprendemos +

Por: Camila Sánchez | Publicado: Jueves 28 de junio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Camila Sánchez

Me he encontrado últimamente en medio de muchas conversaciones quejumbrosas de emprendedores y, ¿cómo no?, si de algo hay claridad es que emprender no es fácil.

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Aun así, me parece importante escuchar y reflexionar sobre las dificultades que enfrentamos cuando queremos emprender y cuáles son las piedras de tope que podrían tener una significante mejoría si se contuvieran y atendieran. Chile es el país con más cantidad de emprendedores en la OCDE, con una tasa anual de 16,1% de nuevos emprendedores, muy por lejos de México, que nos sigue con 11,1%

Si somos líderes en crear nuevas empresas, ¿qué es lo que ocurre cuando su deserción también es alta? ¿Cuáles son las trabas que ralentizan su camino? ¿De qué se queja el real emprendedor que recorre calles, bancos, privados y recursos estatales para surgir?

Lo primero que llama la atención es la burocracia al crear una nueva empresa. El emprendedor puede crear su “empresa en un día” (gran avance), pero en la realidad no es tan así, puesto que apenas ha creado su negocio aparece el Servicio de Impuestos Internos exigiendo patentes, confirmación de domicilio, facturas y firmas electrónicas. Si el emprendedor supera el proceso, se encuentra con dos principales opciones de financiamiento, los fondos de Corfo y la banca, si es que no tuvo la suerte de ser financiado por un privado.

Ganarse un fondo en Corfo no es fácil, sus postulaciones requieren un buen manejo de su lenguaje y no por nada existen otros emprendedores que asesoran en el proceso. Enfrentarse a la banca es aun más duro. Las empresas se encuentran con exigencias difíciles de escalar, dependen del ejecutivo que las atienda, y de su historia o conducta bancaria. Las presiones por el contrato y las garantías son algo que deben balancear al mismo tiempo. La banca cumple un rol y no aplica de forma agradable las exigencias, pero cuando el emprendedor quiere rentabilidad y estabilidad sí le gusta que cumpla ese rol, aunque sea desagradable.

Para emprender no basta con escuchar a evaluadores de proyectos y coaches inspiradores, hace falta calle y mucha calle. El escalamiento financiero es un tema que debiese ser enseñado, puesto que les quita a los emprendedores muchísimo tiempo y energías.

La mayoría de las piedras de tope tiene que ver con los requerimientos para formalizar un negocio y los tiempos que se exigen, si es que al emprendedor no se lo comen antes la máquina de los gastos, los impuestos y el “corre que te pillo” de los pagos a destiempo.

Si muchas de estas trabas empujan al emprendedor a surgir de manera ilegal por primera vez y a no formalizar su empresa, ¿cómo podemos mejorar esa situación como sociedad? ¿Seremos capaces de adaptar nuestras leyes? ¿Qué pueden hacer los actores del ecosistema emprendedor para facilitar todo el proceso?

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