Cristián Saieh

Navidad y el triunfo de la cooperación sobre la confrontación

Por: Cristián Saieh | Publicado: Martes 23 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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Navidad es por esencia un tiempo de reflexión y de cooperación. Las relaciones más tensas suelen moderarse; los desbalances de poder entre personas parecen equilibrarse; la amabilidad surge espontáneamente. Las familias se reúnen amistosamente en torno a una comida y en la empresa los niveles jerárquicos tienden a desaparecer. Las declaraciones de los políticos se suavizan. Son días donde la cooperación triunfa sobre la confrontación. ¿Cómo explica la teoría de la negociación este fenómeno?
La vida en comunidad genera la necesidad de relacionarse y en este relacionamiento surgen inevitablemente conflictos que muchas veces se abordan entre los involucrados a través del diálogo y la negociación. Preciso es tomar conciencia que la mayoría de las interacciones ocurren en un contexto de relación permanente – como entre cónyuges; jefe y subordinado; gobierno y oposición – en las cuales las partes, además de satisfacer sus intereses, debieran intentar mantener o al menos no perjudicar su relación con el otro.


En una sociedad convulsionada por un ansia obstinada por generar cambios profundos y estructurales, la colaboración aparece como un valor indispensable. Constatamos día a día que aquellos que intentan en forma individual imponer su visión de sociedad pierden energía y aceptación porque desprecian generar espacios de cooperación que es lo que la ciudadanía reclama. Las encuestas son evidencia contundente al respecto.


El problema que ha ocurrido es que las personas al enfrentar un conflicto y entrar en un proceso de toma de decisiones se centran tan sólo en el objetivo último, es decir, el resultado que se obtenga, intentando alcanzarlo a cualquier costa.


Los obstáculos más comunes a la cooperación que es necesario abordar son que las personas están presionadas por sus representados; intentan únicamente satisfacer sus intereses personales; han tenido una actitud confrontacional histórica que les ha arrojado dividendos transitorios o no han sido capaces de cooperar y trabajar en equipo. En estos casos la construcción de cooperación se hace compleja y demanda destreza, habilidad y por sobre todo, humildad. Es clave asimilar que la cooperación tiene como resultado la construcción de mejores acuerdos, duraderos, respetables y lo que es más relevante aún, genera alianzas que contribuirán a mayor cooperación en el futuro, lo que es garantía de acuerdos en que todas las partes salgan ganadoras.


Si en Navidad triunfa la cooperación por sobre la confrontación es porque los seres humanos, consciente o inconscientemente, sabemos que la respuesta a la torta de tamaño fijo a dividir es muy simple: agrandar la torta para que todos tengamos un pedazo mayor. Navidad es un tiempo de reflexión; es una invitación a mirar más allá del ganar/perder. Es un período en que valoramos la cooperación por sobre la confrontación, que debiera ser la tónica de nuestras relaciones, especialmente en un país convulsionado por acelerados y profundos cambios estructurales.

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