Cristián Saieh

Revalorizar el diálogo y la negociación

Cristián Saieh Socio Puga Ortiz Abogados. Director Programa Negociación UC

Por: Cristián Saieh | Publicado: Miércoles 7 de septiembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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La vida en sociedad se caracteriza por la necesidad permanente de coordinación de expectativas entre actores. Las constantes exigencias de la ciudadanía y la complejidad de nuestro entorno político, social y económico nos llevan a que no logremos los acuerdos que se requieren para tener un Chile más desarrollado. Por esta razón, el conflicto hoy es una realidad inexorable que es necesario abordar.

Lo primero es reconsiderar nuestra actitud ante el conflicto. En tanto chilenos, parecemos estar insertos en un limbo entre la evasión y la confrontación que delata incapacidad de gestionar las posibilidades inherentes a dicha situación. Desafortunadamente, no son pocos los ejemplos que dan cuenta de cómo la búsqueda improvisada por dar fin a un conflicto inhibe importantes posibilidades de generación de valor. La visión simplista y polarizada utilizada al momento de dar cuenta de los problemas educacionales, laborales y tributarios; la pérdida de unidad y la constatación de pugnas internas que llevan al debilitamiento de las coaliciones políticas; la concertación para obtener cuotas mayores de mercado buscando ganancias en desmedro de la integridad de las instituciones económicas y de los consumidores, son sucesos que delatan la mala gestión del conflicto en distintos ámbitos de nuestra sociedad.

Estas situaciones son reflejo de una sociedad cuyos vínculos están fuertemente determinados por la desconfianza. Las investigaciones sociológicas que indagan en nuestras conductas con desconocidos demuestran que somos reacios a confiar en la información que nos entregan personas ajenas a nuestro círculo más cercano de amigos y familiares. Al considerar también que las redes conformadas por familiares y amistades muchas veces llevan al traspaso de información de forma indebida, comprendemos que la pérdida de la confianza institucional es un correlato de este mismo fenómeno. Consecuentemente, la predisposición a desconfiar nos orienta hacia estrategias de solución de conflictos que están basadas en la imposición más que en la cooperación.

Resulta pertinente revalorizar el dialogo como un espacio en el que compartimos y coordinamos intereses, buscando la generación de opciones que no solamente solucionen nuestros conflictos sino que presenten alternativas que otorguen valor para todos los involucrados.

La negociación, en tanto disciplina, es una herramienta que logra el análisis de los elementos constitutivos de un conflicto y el proceso de generación de acuerdos, permitiendo la correcta gestión de diferencias. La búsqueda por conocer y validar los intereses del otro está en la base de una exitosa negociación y es la clave para comprender desde dónde podemos impulsar iniciativas que nos permitan lograr acuerdos que impulsen la cohesión de nuestra sociedad. La aplicación de estrategias efectivas de negociación en los distintos ámbitos que conforman nuestra sociedad—familiar, político, económico, laboral—resulta una idea interesante desde donde podemos pensar un proyecto de desarrollo para el país que supere la crispada confrontación que hoy es pan de cada día.

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