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Cultura y salud mental

Carmen Gloria Larenas Directora general Teatro Municipal de Santiago

Por: Carmen Gloria Larenas | Publicado: Miércoles 2 de septiembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Carmen Gloria Larenas

Cuando pensamos en los trabajadores de una empresa, con seguridad definimos sus cualidades “objetivas”: eficiencia, estudios, productividad y responsabilidad, entre muchas otras. Pero a veces nos cuesta enfocarnos en el individuo en su totalidad. Una integralidad que bien se refleja en su salud mental. Según un estudio elaborado por la ACHS y la UC, 1 de cada tres personas en Chile exhibe problemas de salud mental, en parte por la incertidumbre derivada de la pandemia y la crisis económica.

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En realidad, el equilibrio mental de una persona permite comprender de manera “eficiente” su real situación, porque en él confluyen el bienestar emocional, psicológico y social. La salud mental afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, tanto en la esfera personal como profesional.

Al margen de los factores personales que pueden afectar a cada individuo, no hay duda de que hay elementos externos que ayudan definir su situación sicológica y que, además, pueden ser catalizadores o perturbadores de ese equilibrio trascendental.

Entre los primeros están las expresiones artísticas; todas nos ejercitan para mirar el mundo desde diferentes perspectivas, mejorando la empatía con aquellos que vemos diferentes y potenciando nuestra capacidad de comprensión de puntos de vista alternativos, por alejados que nos parezcan. Lo que inconscientemente buscamos omitir, el arte lo presenta desde otro ángulo, con otros colores, y es así como vamos aprendiendo de la diversidad. También aprendemos de los sentimientos: una melodía, una música, una voz o un movimiento, pueden conectarnos con un sentido de belleza y armonía.

Desarrollar esos aspectos de la personalidad es tan importante como las cualidades objetivas que se espera de cualquiera de nosotros en el ámbito profesional. Cuando nos sacamos el velo de la ignorancia aparecen variables que trascienden a la última línea. Nos hacen conscientes de que la viabilidad de cualquier organización excede por mucho la capacidad de generar ingresos y nos recuerdan que la interrelación personal es esencial para desarrollar la creatividad y la innovación.

Y son precisamente las artes, desde una perspectiva humana, las que permiten este desarrollo más integral.

En el escenario pospandemia, las empresas deberán abordar la sensación de fragilidad y los miedos que surgen como resultado de meses de confinamiento e incertidumbre. Es la cultura -expresada en la música, la literatura, la danza o la pintura, entre otras múltiples formas- una de las principales vías que contribuirá a mejorar el entorno laboral, al buen trato, a potenciar la creatividad, todo lo que al final impacta en la productividad y la eficiencia. Es el momento, entonces, para que los hombres y mujeres de empresas inviertan en cultura para garantizar el activo más importante de sus compañías: la capacidad intelectual de sus colaboradores.

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